Ordenando comida por delivery vía emoji

En febrero de este año, Domino’s Pizza cerró todos sus locales en el Perú tras un escándalo. Sin embargo, la cadena con sede en Ann Arbor, Michigan ha seguido en la mente de sus clientes alrededor del mundo, no por temas de insalubridad, sino por su compromiso con la innovación, especialmente cuando se trata de crear soluciones para realizar pedidos y recibirlos. Definitivamente, Domino’s comprende que la pizza es el alimento más adictivo del mundo.

En 2008, Domino’s lanzó en Estados Unidos el Pizza Tracker, una tecnología para poder realizar el seguimiento de una orden hecha en línea o vía telefónica. En 2013, la cadena ensayó en el Reino Unido la entrega de un pedido mediante el uso de un dron llamado DomiCopter. En 2014, Domino’s lanzó una aplicación de su Pizza Tracker para el smartwatch Pebble. En mayo de este año, Domino’s anunció a sus clientes en Estados Unidos la opción de solicitar un pedido tuiteando el hashtag #EasyOrder o un emoji, específicamente el de la tajada de pizza, a la cuenta de Domino’s en Twitter. Para ello, el cliente debía registrar su perfil en el sistema Easy Order de la cadena, incluyendo su cuenta de Twitter, y el pedido que se enviará por defecto cada vez que se use esta opción. En noviembre, la cadena de pizzas desplegó en el Reino Unido un botón físico Easy Order con conexión Bluetooth a la aplicación móvil ya disponible.

Ahora, en diciembre, Domino’s ha implementado para sus clientes en Australia la opción de enviar vía mensaje de texto la palabra “pizza” o el emoji de la pizza a un determinado número. De forma similar al servicio disponible en Estados Unidos y el Reino Unido, el cliente debe registrar previamente su número en la página web de Domino’s y establecer un pedido por defecto (“Fast Favourite”) y un medio de pago por defecto. Si el cliente ya tiene una cuenta, pero no ha establecido el pedido por defecto, se enviará el último pedido realizado. Una vez realizado el pedido, vía mensaje de texto, el cliente recibirá un vínculo para poder realizar seguimiento de la orden.

Como se puede apreciar, se trata de un concepto sencillo que nuestras cadenas de comida pueden replicar. Un cliente envía por mensaje de texto una cadena de caracteres a determinado número. El receptor procesa el número remitente y la cadena de caracteres, convierte lo recibido en un pedido y lo envía al solicitante. En este caso, el cliente no necesita adquirir hardware adicional como el botón de Domino’s.