HISTORIAS
Los 20 años del “euro”
La eurozona o zona del euro es una unión monetaria de 19 de los 28 Estados miembros de la Unión Europea que han adoptado el euro (€) como moneda oficial. Fue constituida en 1999 por 11 Estados fundadores: Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y Portugal. Grecia se incorporó en 2001, Eslovenia en 2007, Malta y Chipre en 2008, Eslovaquia en 2009, Estonia en 2011, Letonia en 2014 y Lituania en 2015. Hasta el momento, ningún país ha salido de la eurozona por expulsión o renuncia, aunque se suele oír en estos últimos meses sobre la grexit (la hipotética salida de Grecia de la zona euro para regresar a la dracma) e incluso sobre la brexit (la hipotética salida del Reino Unido de la Unión Europea). Cabe señalar que en la República Turca del Norte de Chipre, reconocida solo por Turquía, se emplea como moneda la lira turca.
Los países de la Unión Europea que no han adoptado el euro son: Bulgaria, Croacia, Dinamarca, Hungría, Polonia, Reino Unido, República Checa, Rumania y Suecia. Estos países están obligados a incorporarse progresivamente a la zona del euro, excepto Dinamarca y el Reino Unido. Cuatros países que no forman parte de la Unión Europea (Andorra, Mónaco, San Marino y Ciudad del Vaticano) tienen acuerdos formales con esta para usar el euro como su moneda oficial, y otros dos países (Kosovo y Montenegro) han adoptado el euro unilateralmente sin representación en el Banco Central Europeo.
El día 16 de diciembre de 1995, el Consejo Europeo, reunido en Madrid, adoptó de forma oficial el nombre “euro” para denominar a su moneda única a partir del 1 de enero de 1999. De acuerdo con las Conclusiones de la Presidencia de las reuniones en Madrid, el Consejo Europeo consideraba que el nombre de la nueva moneda era un elemento importante, puesto que de ello dependía en parte la aceptación pública de la Unión Económica y Monetaria propuesta, y que además el nombre de la moneda única debía ser el mismo en todas las lenguas oficiales de la Unión Europea (considerando los distintos alfabetos), debía ser simple y simbolizar Europa.
El antecesor al euro fue la ECU (Unidad Monetaria Europea en español), una unidad de contabilidad interna usada en la entonces Comunidad Europea con propósitos monetarios. La ECU era una canasta de monedas compuesta por las monedas de los Estados miembros de la Comunidad Europea: el franco belga, el marco alemán, la corona danesa, la peseta española, el franco francés, la libra esterlina británica, la dracma griega, la libra irlandesa, la lira italiana, el franco luxemburgués, el florín neerlandés y el escudo portugués.
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