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Alemania deportará más refugiados este año
Los conflictos bélicos en oriente han llevado a que miles de personas escapen de sus países de origen en busca de un futuro mejor, lejos de los peligros de la guerra. Ante la magnitud de esta ola migratoria, algunos países se han puesto a disposición de las organizaciones encargadas de la reubicación de los refugiados. Sin embargo, abrir las fronteras no es tan sencillo como parece ya que existen muchos factores que se deben tomar en consideración. Si el Estado no tiene recursos o plazas de empleo suficientes, por ejemplo, no será posible atenderlos.
Alemania es uno de los destinos más requeridos por los refugiados ya que es considerada como una de las naciones más prósperas del mundo. Sin embargo, el Estado alemán está optando por medidas regulatorias más estrictas para “filtrar” el ingreso de asilados. Esto ha costado rechazar las solicitudes de miles de personas y se espera que las cifras se incrementen para este año, afirma Reuters en su artículo “Germany aims to deport record number of rejected asylum seekers in 2017”, sobre el que se inspira esta nota.
En 2015, la presidenta Angela Merkel decidió abrir las fronteras de su país a los refugiados de los conflictos de oriente. Desde ese momento, los políticos más conservadores de su país, especialmente al interior de su propio partido, han buscado que se implementen medidas más estrictas para deportar a aquellos que se les denegó el asilo o que habían cometido algún delito. Al respecto, Peter Altmaier, Jefe de la Cancillería de Alemania y Ministro Federal de Asuntos Especiales, afirma que es de suma importancia que estas personas sean devueltas a sus países de origen para mantener el status del sistema alemán.
Tan solo en el año 2016, 80 mil personas provenientes de Siria, Iraq y Afganistán solicitaron asilo al Estado alemán y aproximadamente a la mitad de estas se les rechazó la petición. Estas cifras han constituido un nuevo record de deportaciones. No obstante, a muchos de los que se les ha rechazado la solicitud se les ha permitido permanecer en Alemania temporalmente, lo cual debería prohibirse, según los políticos más conservadores.
“El número (de refugiados) será incluso mayor este año. En 2016 se registraron alrededor de 700 mil solicitudes de asilo y casi 300 mil fueron rechazadas. Por ello, Altmaier señala que enviarán a más personas de vuelta a sus países con mayor prontitud porque, de lo contrario, se dañará la credibilidad del Estado como un sistema basado en el cumplimiento de la ley”. Así mismo, el Jefe de la Cancillería espera que se apruebe el rechazo inmediato de las solicitudes de ciudadanos de Túnez, Argelia y Marrueco.
Por su parte, el Christian Social Union (CSU), partido al que pertenece Merkel, quiere que se establezca un límite de 200 mil asilados al año. La presidenta alemana se ha opuesto a estos requerimientos. Sin embargo, es posible que, ante la presión política y social, se vea obligada a ceder.
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