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¿Tecnología o juguetes en la infancia?
Hace unos días, una persona compartía con nosotros, la decepción que sintió en el último verano, cuando estaba en la zona común de un condominio en la playa escribiendo un capítulo de su tesis, y de pronto se dio cuenta que junto con él estaban cinco niños entre 12 y 13 años que chateaban en una red social, en lugar de estar en el mar o construyendo un castillo de arena cómo el mismo habría hecho a esa edad.
Cuando les preguntó si no sería más divertido estar afuera aprovechando el sol y el hecho de estar en la playa, le respondieron que se divertían más chateando. Cuando indagó sobre si no eran algo menores para tener una cuenta en la red, la respuesta fue que se aumentaban la edad para tener una cuenta y con eso solucionaban ese problema.
Y es que los niños cada vez con mayor anticipación quieren dejar de ser niños y los juegos y juguetes convencionales son para los pequeños. En cambio, la tecnología es para los grandes y los ayuda a sentirse mayores antes de tiempo.
Esta realidad en que los niños se hacen mayores cada vez a menor edad, tiene que ver, en parte, con el contexto en el que ahora viven, rodeados de publicidad, de modelos y referentes que encuentran en las películas de cine o la música que los invita a eso, pero también con la responsabilidad de los propios padres que les piden que se comporten como adultos, y una forma de tenerlos quietos y silenciosos es cuando tienen en el frente una tableta o un Smartphone.
Todo esto impacta en el uso de juguetes que antaño solíamos usar a medida que avanzábamos en edad: los ladrillos para construir cosas, un microscopio para amplificar bichos o células de las hojas, un juego de magia para sorprender o ilusionar a la familia, un equipo para ser investigadores privados, entre otros, que lo que hacían era despertar nuestra curiosidad e ingenio.
Si bien esto no es nuevo, porque en parte empezó en los noventa con los videojuegos, los expertos muestran preocupación en el hecho que ha bajado el rango de edad en que los niños pierden interés en los juguetes, y empiezan a usar tecnología a edades más tempranas.
Por eso, los psicólogos y pedagogos recomiendan tratar de recuperar el espíritu infantil del juego y sobre todo darles tiempo para que jueguen con otros niños, no porque tienen clase de algún deporte, sino porque jugar es parte de su edad.
De alguna manera, los nuevos patrones de vida, también han influido en que los niños vivan muy aislados, antes se vivía en casas que tenían jardines, los niveles de inseguridad eran menores y los niños podía jugar pelota en la calle, los colegios estaban más cerca, los niños podían encontrarse a la salida del colegio, y las familias eran más numerosas.
Es imprescindible reflexionar sobre la importancia de que los niños jueguen. La creatividad y el ingenio de los pequeños se cultiva muchas veces a través del juego. Que los niños jueguen nunca es una pérdida de tiempo y hay que generar los espacios comunitarios y públicos para que lo hagan.
Puedes empezar por los regalos que les harás a los niños de tu familia esta navidad. Elígelos pensando en su desarrollo y en que los divierta.
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