IDEAS
La pasión por el dulce
La Navidad y el Año Nuevo no tienen la culpa con el incremento del consumo de azúcar, lo cierto es que muchos esperamos estas fechas para comer más de lo que ya nos gusta comer los dulces.
Aunque para muchos tenga que ver con matar la ansiedad, la pasión por el dulce que se convierte en un deseo incontenible de comer alimentos con azúcar, podría ser controlada por una hormona producida en el hígado. Esto es importante porque hasta la fecha no se tenía conocimiento sobre los mecanismos fisiológicos que determinan que una persona sea más golosa que otra.
Un reciente estudio de los investigadores de la Universidad de Iowa y de Copenhague, Matthew Potthoff y Matthew Gillum, publicado en la revista Cell Matabolism, descubrió una hormona llamada factor de crecimiento de fibroblastos 21, o (FGF21), que se produce en el hígado si el nivel de hidratos de carbono es alto, y que es la que podría enviar un mensaje al cerebro para aplacar el ansia. Esta sería la primera hormona derivada de hígado que regula el consumo de azúcar en concreto.
El estudio fue probado en ratones genéticamente modificados a los cuales se les inyectó la hormona y luego se les ofreció para que elijan una dieta normal y una con alto contenido de azúcar. Los ratones inyectados con la hormona comieron siete veces menos de lo normal, aun cuando también incluyeron alimentos con azúcar; y, los no inyectados consumieron preferentemente los alimentos con azúcar.
La importancia de esta investigación es que para realizar este hallazgo han estudiado todo el genoma humano donde encontraron asociaciones entre ciertas mutaciones en el ADN y la ingesta de macronutrientes específicos. Por ello, hacia futuro se podría estar identificando otra hormona que regule el control de la grasa y los carbohidratos.
Este estudio abre la puerta a nuevas investigaciones sobre esta hormona que podría ser utilizada para ayudar a los diabéticos y los obesos a controlar su ingesta de alimentos con alto contenido de azúcar porque la FGF21 podría ayudar a que detecten que ya tienen suficiente dulce en el organismo.
Anteriormente otros estudios identificaron que ciertas hormonas afectan al apetito, pero no regulan ningún macronutriente como los hidratos de carbono y tampoco son producidas por el hígado. Por eso, concluyen que la FGF21 disminuye el apetito y el consumo de azúcar pero no todas por igual (sacarosa, fructosa y glucosa). Y, para quienes gustan del pan, tampoco afecta la intención de consumir hidratos de carbono complejos.
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