NÚMEROS
¡Salvemos al Jaqaru!
Aunque pocos peruanos lo sepamos, nuestro país alguna vez tuvo 84 idiomas, ahora se han reducido a 47 y es probable que en algunos años más sean aún menos. La mayoría de estos idiomas forman parte de las culturas de la Amazonía, aunque el quechua es el más hablado después del castellano.
Esto parece que no es un problema solo de Perú, sino que ha ocurrido con muchos idiomas indígenas en todo el mundo. De acuerdo a la Sociedad Lingúistica de América, entre 5 y 6 mil lenguas que se usaron en todo el mundo, menos de 1000 sobrevivirán en un siglo, según afirma una estupenda nota de The Independent.
¿Por qué es un problema?
Acaso no es mejor que en una nación todos se comuniquen en una misma lengua. La respuesta es que no, porque para los grupos étnicos, su idioma es parte de su identidad que no quieren perder por la globalización. Por el lado de los lingüistas, perder lenguas es perder posibilidades de investigación que van desde el origen de la humanidad hasta el funcionamiento del cerebro.
Por eso, los gobiernos y también el de Perú, están luchando para salvar las lenguas moribundas.
Una de esas lenguas es el Jaqaru que apareció a principios del siglo XVI en el imperio Wari, utilizado por una población reducida de aldeanos (580 personas en tres aldeas), para el que ahora se ha creado una campaña del gobierno para preservarlo en Tupe.
Tupe está ubicado a 5 horas en auto de Lima a 3000 metros sobre el nivel del mar, al cual se accede por caminos de trocha y luego se tiene que subir una hora más por una montaña. Viven de la agricultura en pequeña escala y la migración a Lima casi ha dejado sin población a la comunidad.
El procedimiento es sencillo, se busca a las nativas, señora Rosalbina Valerio de 77 años, que hablan la lengua y se les pide que cuenten historias en Jaqaru a los niños. Ella siempre termina diciéndoles a los niños que si el Jaqaru se pierde, se acaba con la cultura de su pueblo y luego no son nada.
El esfuerzo es importante pero se requiere que los niños hablen el idioma en sus casas y el gran problema es que para muchos hablar en ese idioma es vergonzoso y los padres están prefiriendo que aprendan castellano o inglés. Los profesores de primaria de la zona, tratan de que los niños no se sientan avergonzados de su lengua y ven con buenos ojos la campaña del gobierno para enseñar la lengua materna y la cultura en la escuela, aunque señalan que faltan libros que el Ministerio de Educación se ha comprometido a elaborar.
Es emocionante ver que las comunidades étnicas están haciendo esfuerzos por defender su idioma y al hacerlo preservar su identidad. Ojalá se sigan apoyando estos esfuerzos en los futuros gobiernos y se tenga la sensibilidad de comprender su importancia.
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