Envejeciendo con dignidad

Una de las frases latinas más traducida a otros idiomas es precisamente esta: Mens sana in corpore sano, en inglés healthy mind in a healthy body y en castellano mente sana en cuerpo sano.

Lo que nadie se podía imaginar es que nunca como ahora, esta frase iba tener tanta vigencia. Y es que una de las mayores preocupaciones que tiene la gente es cómo envejecer con dignidad, y al mismo tiempo mantener una mente ágil y un cerebro bien formado.

Gretchen Reynolds, blogera de The New York Times, escribía hace unos días sobre la importancia de mantenerse físicamente activos para mejorar la estructura y funcionamiento de nuestro cerebro.

En este sentido, citaba varios estudios que hacían referencia a las pruebas realizadas en animales que permitían comprobar que el ejercicio aumentaba nuevas neuronas en el cerebro y agudizaba las habilidades de pensamiento y estado de ánimo, sobre todo mientras se envejece. Además, se mostraba sorprendida de la cantidad de investigaciones que relacionaban el ejercicio con la salud del cerebro y concluía destacando un estudio de científicos japoneses que descubrieron que los cerebros de los hombres mayores que se ejercitaban podían ser igual de eficientes que los de los jóvenes.

Ante semejante conclusión, la primera reacción de cualquiera sería aumentar la actividad física con el fin de asegurar una mejor salud de nuestro cerebro. De alguna manera, detrás de todas las investigaciones que Reynolds analiza está la teoría que la actividad física puede contribuir a reducir el desgaste y acortamiento de los telómeros que están presentes en los extremos de nuestros cromosomas y, tienden a reducirse de longitud con la edad.

Bajo esta premisa, si queremos envejecer con dignidad, hay que trabajar en la tarea de mantener nuestro cuerpo activo haciendo cualquier tipo de ejercicio que se adapte a nuestra condición física, desde caminar, jugar futbol, vóley, tenis, o, hacer pilates, gimnasia, nadar, ir al gimnasio para hacer máquinas, entre otros. En la medida que nuestro organismo se ejercite, nuestro cerebro se mantendrá más saludable y nuestra mente al estar de mejor ánimo, mejorará sus habilidades para mantenerse concentrado en las tareas.

¿Cuándo empezar?

Para quienes ya peinan canas, creen que ya es tarde para empezar a realizar alguna actividad física, luego de haber llevado toda una vida sedentaria. Sin embargo, esto no es así. Todo lo contrario. Quizá eso sea determinante para que el ánimo no decaiga y podamos mantener nuestra agilidad de pensamiento.