NÚMEROS
El trabajo y la riqueza de las vidas humanas
El informe de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas de 2015, vincula el trabajo con la riqueza de las vidas humanas y busca responder la pregunta de cómo puede este mejorar el desarrollo humano. El documento utiliza una definición amplia de trabajo que incluye el trabajo de cuidado/atención no remunerado, las expresiones creativas y el trabajo voluntario.
El documento plantea una visión clara sobre todas las oportunidades que existen, pero también sobre los desequilibrios a nivel de género, habilidades, desigualdad entre los más ricos y más pobres, incumplimiento de derechos que ha incrementado el número de trabajadores informales, entre otros. En ese contexto, tampoco pierde la perspectiva de la globalización y la automatización que también imponen su cuota de riesgo para los trabajadores.
De acuerdo con la cifra que se cita de la OIT, en el mundo existen 204 millones de desempleados, de los cuales 74 millones son jóvenes y 830 millones trabajan, pero aun viven con menos de USD 2 al día.
El reporte tampoco deja de poner en evidencia los niveles de desigualdad que se están alcanzando. En una entrevista que le hizo The Guardian al director y autor principal del documento, Selim Jahan, este señala que es injustificable los que ocurre en los EE.UU, donde los directores generales ganan 296 veces más que los trabajadores, a diferencia de lo que ocurría en 1978 que era 30 veces más. Y algo similar ocurre en otros países desarrollados.
Jahan también llama la atención sobre la brecha de género a nivel mundial, que provoca que las mujeres ganen 24% menos que los hombres y ocupen sólo el 22% de los altos cargos de liderazgo en el mundo de los negocios; 32% de las empresas-no tienen las mujeres en la alta dirección.
Otro aspecto a observar es la inclusión de los trabajadores de atención que cada vez son más importantes y que se estima hay una demanda por estos de 13.6 millones de personas, en la medida que la tasa de supervivencia ha aumentado. Igual ocurre con los maestros, porque para lograr los objetivos sostenibles en términos de educación y salud se necesitaría 80 millones de maestros adicionales y trabajadores de salud.
Para las Naciones Unidas, los gobiernos deben apoyar la agenda de trabajo decente de la Organización Internacional del Trabajo que tiene como objetivo promover el empleo, garantizar los derechos en el trabajo e impulsar la igualdad de género, así como considerar la adopción de nuevos contratos sociales para proteger a los trabajadores.
Cuando se analizan las posiciones en las que quedan los países, los cambios no son muy marcados a nivel superior e inferior de la lista de 188 países. Noruega, Australia y Suiza están en la parte inicial de la lista y los EE.UU. cayó a un octavo lugar, seguido de Canadá, mientras Nueva Zelanda mejoró de posición subiendo al décimo lugar. Níger sigue en el último lugar, Eritrea está en el puesto 186, y Burundi en el 184, debajo de Burkina Faso. Los países que tuvieron retrocesos notables son Siria y Libia que descendieron 27 y 15 lugares, respectivamente.
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