Las obsesiones de un innovador

En febrero, Larry Page, de 42 años y uno de los fundadores de Google, presentará el informe de ganancias de Alphabet, el holding que separa los negocios de Google de otros proyectos, donde se visibilizará los costos y los ingresos que están generando los proyectos de la corporación, distintos de la actividad principal de Google.

La lista de iniciativas incluyen disciplinas que van desde la biotecnología para la generación de energía para los viajes espaciales, pasando por los autos autónomos, hasta la inteligencia artificial para la planificación urbana. La idea es innovar en áreas emergentes como el aprendizaje automático y la realidad virtual.

Como se sabe, el año pasado Page y Sergey Brin, otro fundador de Google, tomaron la decisión de armar el holding para que este se encargue de usar los beneficios publicitarios de Google en nuevas industrias, dejando a Sundar Pichai como jefe de Google Inc. y la cara visible en la gestión del día a día.

Mientras eso ocurre, ahora usa su tiempo para asistir a conferencias de robótica y reuniones de intelectuales como TED y la investigación de nuevas tecnologías. Además, tiene la tarea de cazar talento para varias de las empresas de Alphabet. Page describe su tarea y la de Brin, como el negocio de iniciar nuevas cosas.

¿Cómo hace su trabajo?

En una reciente nota del New York Times, quienes han trabajado con él, señalan que Page es un preguntón por excelencia, quiere saber todo sobre cómo se hace el trabajo y desafía el por qué se hacen las cosas de determinada manera. Pregunta cómo funciona, cómo se accede a eso, cuánto se paga por eso, entre otros. Además, cómo hacen para encontrar un buen empleado.

No le gusta dar entrevistas y las personas que hablan de él, siempre piden anonimato porque tienen prohibido hablar sobre asuntos internos de la empresa.

Todo indica que su mayor preocupación es generar los espacios para el desarrollo de nuevos proyectos en un clima de trabajo más acogedor para los empleados, mientras deja de lado el trabajo de la gestión de una gran corporación.

Es como si en determinado momento se hubiera dado cuenta que se estaba perdiendo en el día a día de una gran corporación, en lugar de mantenerse fuera para ver el cuadro completo y tener tiempo de investigar, leer y ver nuevas tecnologías para encontrar el próximo gran negocio.