IDEAS
Las razones de la infidelidad
La infidelidad y el adulterio existe desde que se inventó el matrimonio. Se trata de una transgresión tan importante que el mandamiento de “no cometer adulterio” es citado dos veces en la Biblia: la primera señalando que no debe cometerse; y la segunda para precisar que no se debe ni siquiera pensar en cometerlo.
A pesar de ser un concepto tan antiguo, la infidelidad no tiene una definición estándar. De hecho, su definición se expande todo el tiempo: sexting, mirar porno, participar secretamente en apps para encontrar pareja, sostener una relación platónica, besarse con alguien o tener relaciones sexuales con alguien por una o más veces. En la medida que no existe una definición universal de infidelidad, se estima que el porcentaje de personas que han sido infieles fluctúa entre 26% y 75%. Sobre lo que sí existe relativo consenso es sobre los elementos que componen un affair: una relación secreta, una conexión emocional y química sexual.
Hoy vivimos en un mundo es que es más fácil que nunca sacarle la vuelta a nuestra pareja pero es más difícil que nunca mantener un secreto. Quizás por eso es que con tanta frecuencia oímos historias de infidelidades que han acabado con relaciones, no solo porque hayan sido descubiertas sino porque muchas veces las infidelidades permiten que uno de los miembros de una pareja se de cuenta que puede ser más feliz. Tal como lo señala Esther Perel, antes los divorcios se producían porque las personas eran infelices, hoy se producen porque las personas quieren ser más felices de lo que son.
Así como no hay un consenso sobre la definición de infidelidad, la práctica misma de los affairs está llena de contradicciones. Las tres más importantes son las siguientes:
En primer lugar, se juzga de manera distinta a la infidelidad de un hombre que a la de una mujer. En segundo lugar, a pesar de que en público se condena el engaño, 9 de cada 10 personas señala que lo más aconsejable cuando se está teniendo un affair es ocultarlo. En tercer lugar, si bien quienes la practican reconocen que se trata de una traición, también indican que están detrás los sentimientos de pérdida (de ciertos aspectos de una relación) y deseo de atención (que ya no se reciben en la relación actual). Por ello es que, si bien muchos se arrepienten del daño causado a la pareja tras un infidelidad, una buena proporción de estas personas no se arrepiente de haber sostenido el affair.Todos estamos expuestos a ser parte de un affair o a sufrir por los affairs de nuestra pareja. No existe una receta para evitarlos ni para salvar una relación una vez que estos se producen. Lo que sí existe es la oportunidad permanente de conversar con nuestra pareja abiertamente sobre nuestros miedos, necesidades y aspiraciones, para construir una vida juntos lo más satisfactoria posible. Si desea conocer más sobre este tema, no dude en mirar el siguiente video:
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