¿Tenemos la certeza de que el kilogramo sigue siendo el kilogramo?

El kilogramo es la unidad básica de masa del Sistema Internacional de Unidades (SI), y su patrón es 1kg basado en un objeto físico, contenido en un cilindro que se denomina el prototipo internacional del kilogramo (IPK por sus siglas en inglés). Este prototipo que se custodia en la Oficina Internacional de Pesas y Medidas (BIPM) en Sèvres, cerca de París (Francia), está elaborado por una aleación de platino e iridio y es una referencia mundial desde 1889, pero al ser un objeto físico, es susceptible de cambiar en el tiempo.

Por ello, periódicamente se realizan revisiones para establecer si el IPK ha cambiado de masas, de lo contrario, todas las unidades de masa cambiarían, según, da cuenta un artículo de ZME Science.

Justamente, en los próximos días, una medida de kilo será enviada por el cuerpo diplomático de Canadá de Ottawa a Francia, para compararse con el patrón y se someterá a evaluación si el kilogramo ha cambiado o no de su definición.

Para ello, de acuerdo a lo que señala el artículo se han tomado una serie de medidas de seguridad para realizar esta comparación con el patrón, en un evento donde el resto de masas equivalentes de todo el mundo se reunirán en París para establecer si hay o no que redefinir al kilogramo.

La aspiración de los científicos es evitar que este procedimiento tenga que ocurrir periódicamente y fijar más bien el kilogramo a partir de la constante física de Planck, o la medición en contra de la fuerza eléctrica necesaria para resistir su peso, entre otros a fines de 2018. Sin embargo, Japón y Alemania, países que tienen los Institutos Nacionales de Metrología más fuertes, mantienen esferas de silicio ultra puros como patrones.

Mientras las distintas posturas se ponen de acuerdo, todas las masas de prueba deben llegar a París para contrastarse con el patrón a fines de marzo y, además, esta reunión debe servir para establecer el camino para ir hacia una estandarización más amplia.

Como se sabe, en otoño de 2018, todos los delegados en la General Conference on Weights Measures decidirán si aprueban o no una nueva definición para el kilogramo.

Cualquiera sea la decisión que tomen en dicha ocasión, es evidente que será importante para la estabilidad de las mediciones de masa. El gran desafío es que se si produce el cambio, casi sea imperceptible para todos.