IDEAS
El poder de la crítica para innovar
En los últimos años la tendencia de conservar una actitud positiva en la oficina se ha vuelto casi una ley. Sin embargo, por más buena que esta iniciativa sea puede confundirse y terminar por hacer mal a la empresa. En otras palabras, dejar que todos digan lo que sea y que su opinión esté bien siempre puede llevar a conformarnos con cosas que están mal, solo por el hecho de no contradecir a nadie.
Frente a esto, Clayton Christensen, W. Chan Kim y Renée Mauborgne han encontrado una forma de solucionar esto. Se trata de nadar contracorriente y en vez de aceptar todo como bueno, usar la crítica para solucionar las cosas. Ellos señalan en un artículo en el Harvard Business Review, denominado “The Innovative Power of Criticism”, que la crítica puede solucionar problemas y ayudar a ver las cosas desde una perspectiva distinta.
Para lograr esto, hay que seguir todo un proceso.
Primero, agrupar a las personas en parejas. Ambas personas se respetan y crean un ambiente de seguridad donde uno de ellos puede sugerir una idea arriesgada y el otro trata de criticarla lo más fuerte posible. Por ejemplo, la creación de Nest, un termostato inteligente y revolucionario, surgió de esta dinámica. Uno de los involucrados propuso crear una casa inteligente y el otro tildó su idea de estúpida. La conversación continuó y decidieron crear un termostato en vez de una casa inteligente. La empresa fue comprada por Google por USD 3.2 miles de millones. La dinámica de pareja se ha visto alrededor de la historia en casos como el de Apple, donde los participantes eran Steve Jobs y Steve Wozniak.
Segundo, tener una idea concreta. Se trata de integrar a estas personas al llamado “círculo radical”. En este participan unas 20 personas que se dedican a discutir acerca de las distintas ideas, contrastan visiones, sueltan opiniones y critican las ideas propuestas. Este círculo debe tener a personas de distintos lugares y se dedica a tratar problemas más grandes que guíen a la empresa.
Tercero, se debe criticar al círculo radical. Los responsables de esto deben ser personas que sean externas a la empresa para analizar las propuestas con una visión fresca y sin el estigma de trabajar en el lugar y que tengan una idea prefabricada de lo que se desea lograr o a lo que se desea llegar.
El método ha demostrado ser una solución alternativa y efectiva para problemas y para crear cosas y conceptos nuevos (como en el caso del termostato). Es interesante ver estas propuestas contracorriente y sería interesante aplicarlas al área laboral para ver qué resultados produce.
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