Ni Gandhi ni Luther King, solo Popovic

Srdja Popovic era estudiante de Biología en la Universidad de Belgrado, y gran aficionado a tocar el bajo en una banda musical cuando empezó su interés por la resistencia no violenta.

En 1998 fundó OTPOR, y años más tarde con otro miembro de su organización, Slobodan Đinović, co-fundaron el Centre for Applied Non Violent Actions and Strategies, (CANVAS), una entidad que fomenta el uso de la resistencia no violenta para promover los derechos humanos y la democracia. establecida en Belgrado. CANVAS ha trabajado con activistas que defienden la democracia de más de 50 países, entre ellos Irán, Zimbabwe, Venezuela, Palestina, Egipto, Belarús, entre otros.

Popovic tiene una mirada distinta a las respuestas del descontento popular, a través de presentaciones como el caso de ¿Cómo derrocar a un dictador”?, en donde señala que los jóvenes tienen el verdadero poder y son los llamados a generar el cambio ante sistemas políticos obsoletos como el egipcio de Hosny Mubarak, quien gobernó por 31 años.

En este sentido, menciona como ejemplo el caso de Slobodan Milosevic: “…nos costó 10 años unir a 18 líderes de la oposición, todos con sus grandes egos, bajo un solo candidato-Vojislav Kostunica-contra el dictador de los Balcanes".

El día que nos unimos, lo derrotamos. Nadie esperaría algo así. En una protesta pacífica funciona una especie de psicología inversa a partir de la cual se pueden ganar más adeptos a una causa, que con una acción provocadora. La consigna es decir no a la violencia, señala Popovic.

Para Popovic, la lucha no violenta debe seguir dos reglas: avanzar poco a poco y escoger las batallas que se pueden ganar. Lo que el expositor llama “tácticas de dispersión”- formas de captar el interés masivo de la gente– por ejemplo, a través de grafittis sobre un tema determinado.

Todo aquello que sale del status quo, como el uso del humor o fraternizar con otros en circunstancias inesperadas, puede ser un modificador de actitudes poderosa. Al no haber nada que contrarrestar, se suprime la violencia.

Para Popovic, los cambios, en términos de nación, no pueden darse siendo indiferentes pues la lucha no violenta se gana en las calles, unidos y con inteligencia. Si queremos cambiar las cosas en cualquier ámbito, debemos dar el primer paso.