PERSONAS
La obsesión por el ahorro del dueño de Ikea
El fundador de esta gigante empresa de venta de muebles (que aún no llega a nuestro país) ha cumplido recientemente 90 años. Sin embargo, como dice el artículo “Ikea icon Ingvar Kamprad turns 90”, no ha sido su longevidad lo que le ha otorgado el status de leyenda en su natal Suiza y en todo el mundo.
Kamprad inició Ikea a los 17 años a partir de un pequeño negocio que hoy se ha convertido en un negocio de enormes magnitudes en el sector muebles en todo el mundo. Solo en 2015, reportó 880 millones de visitas y EUR 34 mil millones facturados en sus 375 locales distribuidos en todo el mundo.
Si bien Ingvar Kamprad ya no se encuentra a cargo de la empresa, el imperio de muebles que existe hoy es gracias a su enorme esfuerzo y, según Forbes, tiene una fortuna de unos USD 3,4 mil millones.
Todos se preguntan cómo se pasó de algo tan pequeño a convertirse en una empresa con presencia internacional, y tienen razón, ese salto no es posible darlo de un día para otro de forma tan sencilla.
La respuesta de algunos quienes acompañaron el proceso de crecimiento de la empresa es que Kamprad buscaba ahorrar dinero en cualquier ámbito y oportunidad no solo a nivel empresarial sino también en lo personal.
Para nadie es desconocido que su presencia en muchos países del mundo, le permitió manejar sus negocios desde países que tenían las menores tasas impositivas, su estrategia de integración hacia atrás para tener mejor control sobre los precios de la madera, la investigación para mejorar la calidad de sus envases y reducir sus costos, el uso de laminado de madera en lugar de madera real para la fabricación de muebles, entre otros.
En lo personal, la lista de ejemplos que evidencian su filosofía del ahorro es larga. Durante muchos años manejó un volvo para ahorrar gasolina y compraba lo que necesitaba en el mercado de pulgas. Casi nadie puede imaginarse que alguien con una cuenta de USD 3,4 mil millones necesite ir a comprar en un mercado de pulgas donde todo lo que se vende es más barato.
Tenía casi una obsesión con el ahorro y eso lo obligaba a buscar mayores niveles de eficiencia en todo. No tenemos información sobre qué tanto ha disfrutado su fortuna mientras fue joven, pero ciertamente lo que sí hizo fue amasarla.
Así que ya sabes cuál es la receta para construir imperios.
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