Mi amiga se volvió vegana

Todos sabemos que a diferencia de la familia, los amigos los elegimos y normalmente esa elección está relacionada con la afinidad, las historias personales, los amigos en común, los objetivos que se comparten, la visión sobre la vida y el futuro, entre otros.

¿Qué pasa si cuando te hiciste amigo de una persona esta era igual de carnívora que tú y de un día para otro se vuelve vegana?

La respuesta sincera es que te cambia la vida y todos los que han pasado por esto coincidirán con esta. De compartir la preferencia por los mismos lugares para almorzar o comer, pasas a tener complicaciones para decidir donde quedar. Pero no solo eso, sino que ahora hasta te sientes culpable cuando te comes tu hamburguesa delante de ella, mientras te mira horrorizada con ojos que te preguntan ¿sabes lo que le hace al planeta esa hamburguesa?, o algo parecido.

Precisamente, un divertido artículo elaborado por El País llamado “Vegetarianos vs carnívoros: la nueva lucha de clases”, trata de responder a la pregunta que todos se deben estar haciendo en este momento ¿puede un carnívoro seguir siendo amigo de una chica que se vuelve vegana en el camino?

Para empezar, aunque se difícil admitirlo, nunca más te sentirás cómodo de pedir esa hamburguesa gigante o de apuntarte a un filetón cuando estés con ella; y, probablemente tendrás que renunciar a salir en grupo con los amigos de antes, porque el resto no tendrá la misma paciencia que tienes tú para tratar de conciliar posturas frente a la comida, además que sería complicadísimo definir un lugar donde todos pudieran sentirse cómodos.

Tampoco será sencillo adaptarte. Eso requerirá una profunda comprensión de la otra parte y hasta estudiar un poco para saber si un vegano come huevo, queso o miel; o, cuál es la diferencia entre un vegetariano y un vegano.

Al final, la amistad y la sana convivencia lo supera todo y terminas entendiendo la nueva cultura de tú amiga, pero es todo un desafío. Es difícil hasta encontrar lugares adecuados donde vendan los productos que prefieren las personas que optan por estos regímenes, pero no es imposible; y, si eso evita que cuando vayas a dar un bocado a tu enorme hamburguesa alguien te vea con esos ojazos de ¨perdónalo porque no sabe lo que hace¨, es mejor tratar de adaptarte.

Así que ya sabes, cuando te toque pasar por una situación similar, lo único que hace falta es aceptar a la otra persona tal como es o, en este caso, tal como ha decidido ser en adelante.