PERSONAS
La arquitectura: la más política de las artes
En nuestra nota El arquitecto de las viviendas incrementales para los pobres, destacamos el hecho de que el premio Pritzker de Arquitectura fuera otorgado a Alejandro Aravena, un arquitecto chileno de 48 años.
El premio Pritzker de Arquitectura es el más prestigioso en esa especialidad y dárselo a Aravena constituía toda una novedad porque se reconocía no una trayectoria de vida (Aravena es bastante joven), sino su enfoque en el interés público y social.
Cuando el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon hizo la presentación del premio, señaló: “El papel del arquitecto está siendo desafiado para servir a una mayor cohesión social y cubrimiento de las necesidades humanitarias y Alejandro Aravena claramente, generosamente y totalmente responde a este desafío”.
En su discurso tras recibir el premio Aravena indicó: “…para cumplir con la velocidad a la que las ciudades están creciendo en todo el mundo tendríamos que construir una nueva ciudad para una población de un millón de personas, con menos de USD10 mil por familia. Y si no resolvemos esta ecuación, no es que la gente va a dejar de venir a las ciudades, pero vivirán en condiciones terribles".
Aravena fue elegido también como director de la Bienal de Arquitectura de Venecia 2016 que empezará el 28 de mayo y terminará el 27 de noviembre y puede sentirse satisfecho porque cada vez más los arquitectos utilizan cubos de concreto sin acabados que se convierten rápidamente en relleno de múltiples colores, materiales y tipos de ventana que reflejan las diferentes habilidades y estados de ánimo de los habitantes, así como los medios disponibles con que cuentan para realizar sus construcciones.
El premio recibido y su nombramiento tienen mucho significado porque supone el reconocimiento mundial de un nuevo enfoque de la arquitectura que soluciona problemas reales de la sociedad.
Recientemente, la presidenta Bachelet estuvo en la presentación de la Bienal en Chile, la cual lleva el nombre ¨Respetando desde el frente¨, donde se compartirán trabajos de arquitectos que aborden temáticas relacionadas con las necesidades de las comunidades. En ese contexto, la presidenta se refirió a la arquitectura como la más política de las artes, porque ayuda a la comunidad a constatar y realizar de manera oficial el bien común.
Aravena, por su parte, habló de la urgencia de trabajar en temas como la inequidad, la sustentabilidad, el tráfico, la basura, la contaminación, las comunidades, las migraciones, la segregación, los desastres naturales, la informalidad en el acceso a servicios básicos, las periferias, y la calidad de vida en general.
Totalmente de acuerdo con Aravena.
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