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El boom del ginseng ha terminado

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Canadá tiene 3350 hectáreas sembradas de ginseng que aportan USD 472 millones a la economía canadiense.
29 de abril de 2016
Red star
Por qué es importante
El ginseng forma parte de la historia de Canadá porque era usada en rituales sagrados, para aliviar la fiebre o reducir la hinchazón por los aborígenes Iroquois del este de Canadá que habitaron ese país antiguamente.

Como en cualquier producto, con el ginseng ha pasado lo mismo que ocurre con cualquiera en el que la sobre producción impulsa a la baja el precio o satura el mercado. Las consecuencias que esto ocurra son malas porque afecta las expectativas de los productores, pero son más malas aun cuando los afectados son monoproductores que tienen un monomercado y un monocliente.

Esto es lo que habría pasado con muchísimos campesinos canadienses que han perdido a su principal comprador de ginseng, según detalla un interesante artículo de Bloomberg, “How Canada Came to Dominate the Global Supply of Ginseng”.

Para muchos el principal productor de Ginseng en el mundo es el continente Asiático, sin embargo, esto no es así. Canadá se convirtió en los últimos años en uno de los principales productores de esta raíz que contribuye con USD 472 millones al año a la economía canadiense.

Esto no debe extrañar porque el Ginseng forma parte de la historia de Canadá porque era usada en rituales sagrados, para aliviar la fiebre o reducir la hinchazón por los aborígenes Iroquois del este de Canadá que habitaron ese país antiguamente, hasta que más tarde un cura jesuita descubrió el valor que tenía para los chinos y así obtuvo peso comercial.

Pese a que históricamente ya ha habido periodos de sobre oferta que han llevado los precios a la baja, e incluso obligaron a los campesinos a cambiar sus cultivos, lo cierto es que esto ha vuelto a ocurrir.

Durante varios años todas las ventas de los productores iban orientadas a atender la demanda de Hang Fat, una empresa de Hong Kong que ha dejado de comprar y de pagar a decenas de campesinos que están desconcertados por lo ocurrido.

Hoy en día unas 3350 hectáreas de ginseng están en completa incertidumbre respecto de lo que harán o pasará hacia futuro con sus cosechas. El error ha sido depender de un solo cliente y para algunos apostar por la raíz como un monocultivo. En los casos más graves, hay envíos impagos que no se sabe cómo procederán a cobrar.

Lo que sí queda claro es que es necesario aprender la lección de una vez, para que esto no les vuelva a ocurrir.