La historia de Mohamed Waseen Maaz refleja muy bien cómo son los héroes de nuestro tiempo. De 36 años, soltero y médico, Maaz era el último pediatra que atendía en el hospital de Médicos Sin Fronteras en el Alepo, Siria. Toda su familia ya estaba refugiada en Turquía, pero el se había quedado al frente de batalla para curar las heridas y las enfermedades de los niños de la guerra. Esperaba casarse cuando terminara la guerra.
Un misil desde un avión ruso o sirio acabó con su hospital el 27 de abril y también con su vida y la de unas 50 personas más entre las cuales había un odontólogo, tres enfermeros y civiles. Hoy todos sus colegas lloran su partida y el abandono en que deja a los niños para los cuales Maaz era su única esperanza, dice un artículo sobre Mohamed que publicó recientemente el diario El País, sobre el cual se basa esta nota.
En las últimas semanas, la zona bajo el control de las fuerzas de Bashar al Assad había estado bajo el asedio de misiles de aviones de combate rusos y sirios, por eso se habían escondido en los sótanos, pero eso no impidió que los misiles acabaran con sus vidas en el hospital.
Maaz trabajaba con Médicos sin Fronteras desde 2013, y a pesar que tuvo la oportunidad de salir de la zona, quiso quedarse para atender a los niños. Dicha organización ha advertido que los siete hospitales que tienen en esa zona de Siria han sido atacados en lo que va del año, causando la muerte de 16 personas que como Maaz colaboraban en la atención sanitaria.
El gran problema de esta situación es que mientras EE.UU. y Rusia no logran que se mantenga la tregua, la población más vulnerable sigue muriendo.
Maaz solo quería salvar vidas y su historia personal es la de un gran ser humano que tenía mucho valor y trabajaba en dos hospitales para suplir la necesidad de médicos en la zona del Alepo.
En un comunicado, sus colegas destacaban sus cualidades personales, y llamaron la atención sobre la violación de los principios humanitarios y el derecho internacional al atacar hospitales, por lo que demandaron detener a los autores y poner fin a los ataques de inmediato.
Por ahora, las treguas solo han sido cerca de Damasco y el Alepo sigue enfrentando el incremento de los combates.
Ojalá que la muerte de Maaz sirva para tomar conciencia sobre lo que está ocurriendo en Siria.
Publicar un comentario