IDEAS
La concentración y los accidentes automovilísticos
Si hiciéramos una encuesta preguntando cuál es el grupo humano que maneja peor, estoy completamente seguro que la respuesta será: las mujeres ganando con cifras astronómicas.
Esto es debido a una tendencia, me atrevería a decir mundial, de atribuirle a las mujeres todos los males de la carretera. Sin embargo, esta respuesta no es completamente correcta. El grupo humano que causa mayor desmadre en las pistas, son los jóvenes que manejan desde hace poco.
Los jóvenes, lamentablemente, acumulan todas las características necesarias para ser un peligro en las calles. A esta conclusión llega el artículo “Distraction is often a factor in teen drivers’ rear-end collisions” de Reuters.
De acuerdo a la investigación realizada con conductores entre 16 y 19 años a partir de un hardware que se colocó al interior de los vehículos, los cuales estaban programados para activarse cuando el conductor frenara en seco, cuando hubiera un fuerte impacto, entre otras cosas, se logró grabar las incidencias que cada uno de estos jóvenes tuvo.
El resultado fue terrible porque en casi el 90% de los casos el problema era que el conductor no estaba prestando la atención suficiente a lo que pasaba frente a él. Esto ocurrió por una cierta cantidad de razones, entre las cuáles la más importante es que los jóvenes no se concentran tanto como los adultos.
Esto puede tener varias explicaciones, pero hay dos que parecen las más sólidas. Una de ellas es que los jóvenes a diferencia de los adultos no suelen medir con claridad las consecuencias de lo que podría pasar en un accidente. La segunda es que los jóvenes suelen poner demasiada confianza en sus habilidades precarias.
Por ello, no es inusual verlos chateando, mirando a otros carros, comiendo, cambiando música, entre las cosas más inverosímiles, mientras manejan.
Hace poco la empresa Snapchat, que permite compartir fotos que desaparecen luego de unos segundos, fue demandada, porque una de sus opciones incluye un acelerómetro que alienta a los jóvenes a grabarse manejando a mucha velocidad. Precisamente, de acuerdo al artículo, una chica quedó en coma luego de accidentarse por usar la aplicació
El artículo sugiere que la solución es hacer lo mismo que se hizo con el alcohol vinculado a la conducción que es que la sociedad condene a quienes conducen luego de haber bebido.
No se puede seguir permitiendo que se frustren más vidas a causa de la distracción.
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