IDEAS
El mercado laboral en América Latina
Cuando se pregunta a un estudiante latino promedio cuál es su sueño, muchos responden que es salir de su país y región para conquistar el mundo y conseguir un puesto de trabajo que realmente retribuya en términos económicos su formación profesional y su esfuerzo laboral.
Esto se explica porque en América Latina los trabajos se caracterizan por ambientes laborales poco favorecedores para los empleados porque deben laborar largas horas por una paga que no recompensa su esfuerzo, según señala un reciente estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), “Promoting productivity for inclusive growth in latin america”.
El informe da cuenta que la región presenta una baja calidad laboral, lo cual debe ser un factor a mejorar de gran importancia para impulsar el desarrollo en América Latina. No se trata solo de generar más puestos de trabajo, que también es primordial y útil, sino de cerciorarse de que las condiciones de trabajo permitan un mayor aprovechamiento de las capacidades del trabajador a la vez que lo protejan de cualquier abuso posible. Esto generaría fidelidad en el empleado, lo cual en consecuencia elevaría su productividad y los márgenes de ganancia de la empresa.
Un estudio realizado en seis países de la región (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica y México) señala que, en promedio, los trabajadores menos preparados ganan un tercio de lo que perciben aquellos altamente capacitados por hora y se enfrentan a mayor riesgo de perder su trabajo. Además, este mismo análisis señala que los trabajadores informales conforman un tercio del total de la población económicamente activa, no cuentan con seguro social y ganan menos de dos tercios de lo que se le paga a los formales.
En ese sentido, los gobiernos deben proteger a los trabajadores de los riesgos del mercado y reducir la informalidad. En primer lugar, los riesgos del mercado laboral incluyen el acceso al seguro médico social y la regulación y control de la seguridad al interior del espacio de trabajo, es decir, que la vida del trabajador no se encuentre en peligro. La clave, según el informe del OCDE, es encontrar el balance entre beneficios laborales y protección. En segundo lugar, a través de la mejora de los servicios públicos, seguro social e incentivos fiscales se puede reducir el mercado laboral informal, simplificando los procesos de formalización y los impuestos, por ejemplo. Se debe buscar darle las facilidades necesarias al informal para que regularicen su negocio y así proteger también al trabajador.
En el Perú, de acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI), el 74.3% de la fuerza laboral se encuentra en el sector informal. El Gobierno ha tomado distintas acciones para reducir estos números pero aún queda mucho por hacer.
Publicar un comentario