PERSONAS
Los secretos del liderazgo natural
El ser humano es competitivo por naturaleza pues busca su supervivencia. En un mercado tan exigente como el de hoy, las personas deben hacer uso de todas las herramientas que poseen para destacar. La idea de luchar por obtener lo que uno desea en muchos casos está relacionada con el objetivo de convertirse en el líder de los demás. Pero, también es cierto que algunas personas se interesan más por ejercer liderazgo de manera natural. Esto se hace obvio en pequeñas situaciones que pueden ocurrir en el día a día. Imaginemos, por ejemplo, un grupo de amigos que intentan decidir dónde deben comer. Cada uno da su opinión pero no logran ponerse de acuerdo y el caos se desata. Entonces, uno de ellos silencia a los demás y propone algo que finalmente satisface a todos. Esta persona es la líder del grupo.
Todo aquel que quiere ser líder, sea que posee esta naturaleza innata o no, desea convertirse en el mejor líder que pueda ser. Para ser aquel que lidere a un grupo de personas, este individuo deberá desarrollar diversas cualidades. El fin máximo es comandar a un equipo y ser la voz final. Pero, ¿cuál es la mejor forma de ser líder? Andy Lark, jefe de la oficina de marketing de Xero (compañía de software), responde a esta pregunta en Entrepreneur Insiders (comunidad online). Así lo señala Fortune en su artículo “The one quality most people want from a leader”.
Encontrar el modelo de liderazgo que mejor funciona con el grupo de personas que se tiene a cargo, dependerá de la manera en que ellas se sientan. Esto significa que para ser líder se debe tener la aprobación de aquellos a quienes se lidera, por lo que será importante tomar en cuenta su opinión. En base a esto, el líder deberá analizar la situación a la que se enfrenta y plantearse tres acciones que implementará en todo lo que haga y que le permitirán alcanzar sus metas más fácilmente.
Los objetivos no son el fin. Los líderes tienen que tener claro que los objetivos existen para saber en qué hay que trabajar y mejorar, pero no son un fin en sí mismos.
Los cambios se promueven con el ejemplo. En muchos casos el líder querrá que su equipo de trabajo modifique su conducta de alguna manera. Para lograr esto se debe comenzar por cambiar el comportamiento propio, de manera que se convierta en el reflejo de aquello se quiere conseguir. De esta manera se logrará comprender las dificultades a las que el equipo podría enfrentarse y así ser capaz de guiarlos que es lo que se espera que el líder haga.
Las responsabilidades tienen que asumirse. A lo largo del camino se encontrarán obstáculos y problemas y el líder deberá siempre aceptar y asumir su responsabilidad. La humildad es una característica de gran importancia en el correcto desempeño de sus funciones.
Finalmente, hay otra cosa que un líder hace que es inspirar a su equipo y una forma en la que lo puede hacer es a través de la forma en la que reacciona frente al error. Un buen líder reconoce que quien no se equivoca no aprende. Para poder crear ese ambiente de confianza que permite que los trabajadores reconozcan sus errores, hay que estar siempre abierto al diálogo, interesarse por lo desconocido y no tener miedo de experimentar. Todo eso ayudará a que se construya una relación adecuada entre ambas partes que contribuya al logro de los objetivos planteados.
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