Memoria= estudio + ejercicio

Muchos estudiantes, sobre todo, en la medida que crecen y se vuelven más competitivos, suelen dejar de lado cosas importantes de su vida para priorizar el estudio. Algunos duermen menos, pierden sus horarios de comida y hasta dejan de lado el deporte, como si el estudio tuviese que tener el 100% de la atención para hacerlo bien.

Sin embargo, esto no parece ser una buena idea, según un estudio que reveló que hacer ejercicio luego de estudiar genera una mejora en la memoria y en la capacidad de retención de la información. Según un artículo de ZME Science titulado, “Physical exercise after learning could improve long-term memory, study finds”, la clave para capitalizar la práctica de algún deporte y mejorar la memoria tiene que ver con dejar un espacio de tiempo entre una y otra actividad.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores trabajaron con 72 participantes que fueron divididos en tres grupos de 24 personas. Luego, cada uno de estos grupos fue dividido nuevamente por la mitad internamente. Sin embargo, a los tres grandes grupos de 24 se les dio indicaciones diferentes: (i) el primer grupo no debía hacer ejercicio luego de estudiar, (ii) el segundo grupo debía hacer ejercicio apenas terminaba de estudiar, y (iii) el tercero y último tenía que hacer ejercicio un rato después de estudiar.

Como parte del experimento a todos se les dio 90 imágenes que debían asociar con alguna locación y aprenderlas en 40 minutos, aproximadamente. Luego de esto se les evaluaba.

En la primera evaluación, no hubo una diferencia. Todos tenían el mismo nivel memorístico. Sin embargo, a partir de la segunda evaluación, el tercer grupo empezó a tener mejores resultados. Esto sugeriría que el ejercicio puede ayudar a fijar la memoria, pero sólo si es hecho en el momento correcto, ya que el segundo grupo no tuvo ninguna mejora notable.

Los investigadores llegaron a la conclusión unánime que el ejercicio tiene la capacidad de afectar la memoria positivamente y ayudarnos. Sin embargo, es necesario que haya un espacio entre el estudio y salir a hacer alguna clase de ejercicio.

Por ahora, los investigadores aún no saben el momento exacto en que esto generaría el mayor beneficio, pero afirman que 4 horas de descanso entre una y otra actividad es un buen comienzo.

Así que ya sabes, la próxima vez que busques excusarte para no hacer deporte, recuerda que te estás perdiendo algo que probablemente te ayude a rendir mejor.