Las aves y sus capacidades migratorias

En nuestra reciente nota titulada Los mejores padres son las aves, dimos cuenta de la forma en que las aves asumen su rol de padres y cómo comparten las responsabilidades sobre sus crías, realizando para ellos procesos sumamente complejos, a pesar de tener cerebros muy pequeños.

Gracias a una reciente investigación dada a conocer por ZME Science, todo parece indicar que las aves no dejarán de sorprendernos por las cosas que son capaces de hacer. Precisamente, en su artículo titulado “These migrating birds fly non-stop for six months”, sobre el cual se inspira esta nota, se da cuenta del caso del vencejo real que puede volar durante 6 meses seguidos sin detenerse una sola vez.

¿Cómo lo hacen?, ¿Cómo duermen?, ¿Cómo se alimentan?, y, ¿Cómo hacen sus necesidades?

El vencejo real deja todos los años su lugar de reproducción en Suiza en invierno y se dedica a volar durante 6 meses sin detenerse. Anteriormente, numerosos científicos se han dedicado a observarlas, pero hasta ahora no habían logrado colectar evidencia de lo que permitía que pudieran lograr esa proeza. Sin embargo, recientemente unos investigadores del Instituto Ornitológico Suizo y de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Berna han analizado de forma cercana cómo es su forma de migrar.

Para realizar esto, capturaron seis vencejos reales y les pusieron un pequeño dispositivo que medía y recordaba la velocidad y la luz del ambiente durante el curso de un año (tiempo que dura todo su ciclo migratorio). En el viaje de retorno a Suiza, solo tres de los pájaros pudieron ser capturados nuevamente, lo cual no ha impedido recolectar suficientes datos para determinar y analizar cómo es que se las arreglaban para volar por tanto tiempo.

Todo indica que las aves aparentemente dormían, o al menos descansaban cuando dejaban quietas sus alas y empezaban a planear, ocurriendo lo contrario cuando movían vigorosamente las alas que significaba que estaban despiertas. Si bien los científicos no tienen cómo saberlo, lo que sí se ha confirmado es que sólo bajaban la guardia y descansaban completamente una vez que llegaban a su destino.

Además, se determinó que igual que los animales marinos que se alimentan de plancton al migrar, el vencejo se alimenta a lo largo de todo su trayecto con bacterias, hongos y pequeños bichos que encuentran flotando en las corrientes.

Una proeza que ni siquiera el hombre puede reproducir porque no hay ningún avión que pueda volar 6 meses continuos sin detenerse por combustible o provisiones.