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El “impuesto” por ser diferente

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Un estudio llegó a la conclusión que los "José" necesitan una maestría para obtener el mismo trabajo que los "Joe" obtienen solo con un título universitario.
07 de julio de 2016
Red star
Por qué es importante
Los problemas que muchas personas quieren que queden como “invisibles” en nuestra sociedad, tienen costos reales para las personas que son discriminadas por alguna razón.

Casi existe consenso entre las personas que es una obligación de todos luchar contra el racismo y cualquier otra forma de discriminación que limite las oportunidades a las que pueden acceder las mujeres, los homosexuales, las personas de raza negra, entre otros.

Lo que poco se conoce es cuánto le cuesta a estas personas superar las brechas que existen en la sociedad para acceder a las mismas oportunidades que tienen los hombres, los heterosexuales y los blancos, para seguir con el ejemplo.

Un estudio reciente liderado por Vivienne Ming, ha llegado a la conclusión que muchos grupos de la sociedad tienen que pagar una suerte de “ impuesto” para llegar a tener las mismas oportunidades, según da cuenta el artículo de Financial Times titulado “There is a tax on being different” sobre el cual se inspira esta nota.

Para llegar a esta conclusión, Ming analizó la data de 122 millones de perfiles profesionales que Gild, la empresa donde trabaja y que se especializa en tecnología había utilizado para contratar a su personal a lo largo de los años, con el fin de encontrar patrones de conducta en dichas contrataciones, principalmente con relación a mujeres, personas de raza negra y homosexuales.

La idea era detectar cuánto les costaba a estas personas sobrevivir en el ámbito profesional.

Según su análisis, la empresa había contratado a más personas llamadas “Joe” que “José”. Los Joe que fueron contratados no necesitaban más que su título universitario, mientras que los José requerían de una maestría para obtener el mismo trabajo, lo cual les hubiera costado entre USD 500,000 y USD 1 millón.

También encontró que en el caso de las mujeres que querían trabajar como ingenieras de software, también necesitaban una maestría para obtener el mismo trabajo que los hombres, lo cual les saldría entre USD 100,000 y USD 300,000.

Finalmente, ser negro en Wall Street costaba entre USD 800,000 y USD 1.1 millones, por razones similares, e igual ocurrí si alguien era gay en Inglaterra (entre USD 65,000 y USD 77,000).

Esto significa que esos problemas que muchas personas quieren que queden como “invisibles” en nuestra sociedad, tienen costos reales para las personas que son discriminadas por alguna razón.

Las conclusiones de un estudio como este deberían servir para reflexionar sobre la importancia de la lucha por reducir todas estas brechas para avanzar hacia la modernidad.