IDEAS
Los riesgos de viajar al espacio
Cada vez está más cerca el tiempo en el que las personas podrán tomar tours al espacio. Por lo menos, eso es lo que pretende lograr Moon Express en 2017 cuando empiece a promover viajes de ida y vuelta hacia la Luna.
La propia NASA ha anunciado que la primera expedición con civiles a Marte se realizará en 2030, lo cual significa que ya hay fecha para conquistar el espacio exterior. Sin embargo, poco se ha escrito sobre las consecuencias que eso tendrá y los riesgos que deberán estar dispuestos a asumir quienes decidan dar ese paso.
Una de las que ya se conoce tiene que ver con el síndrome de la pérdida de visión que se produce cuando los astronautas pasan tiempo en el espacio, según da cuenta un artículo de The Washington Post, titulado “The mysterious syndrome impairing astronauts’ sight”
Este misterioso síndrome produce que una persona que partió al espacio con una visión 20/20 pase a una 20/100, sin que la comunidad científica tenga una respuesta para solucionar esta afectación de la visión.
Los casos conocidos que fueron afectados se remontan al 2005, cuando el astronauta John Phillips regresó de la Estación Espacial Internacional. Según este, cuando miró por la ventanilla de la nave no podía ver la tierra con total claridad, le pareció extraño ya que siempre había tenido visión perfecta. Si bien los astronautas son entrenados para saber que el retorno del espacio siempre trae consigo consecuencias, la pérdida de visión no desapareció con el tiempo.
La primera explicación que dieron los científicos fue que se debe a la micro-gravedad. En la tierra, la gravedad hace que todos los fluidos de nuestro cuerpo se mantengan en su lugar, ya que los empuja hacia abajo. Sin embargo, la falta de gravedad (o micro-gravedad que se vive dentro de la Estación Espacial Internacional) hace que esto sea imposible. Por tanto, los fluidos no tienen un lugar fijo y su ausencia trae consigo muchas consecuencias. Entre ellas está el bautizado VIIP (Síndrome de Problemas en la Visión debido al aumento de la Presión Intercraneal).
La complicación surge debido a que si bien los científicos conocen el problema, la solución implica medios invasivos y riesgosos. Esto significa que el problema tiene que ver con la presión interna craneana, la cual no hay forma de determinarla sin abrir la cabeza mediante una operación. Si esa operación debe realizarse en el espacio, el riesgo de contaminación e infección es mucho mayor, por lo que se debe encontrar una solución viable.
Algunos han sugerido implementar alguna forma de monitorear la presión interna antes de salir al espacio. De esta forma se podría determinar la presión del cráneo sin recurrir a métodos invasivos, solucionando efectivamente el problema. Sin embargo, es solo una idea y lo cierto es que aún no hay una solución para el problema.
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