Los niños: los mejores luchadores

Si provienes de una familia numerosa, o tienes más de un hijo pequeño, sabes perfectamente que es casi una regla lo que son las injusticias para los niños. Estas puede ir desde quién se agarró el pedazo de torta que era milímetros más grande, hasta por qué uno se tiene que bañar antes que el otro y dejar de ver televisión.

Los niños son los mejores luchadores dentro de su propio hogar. Sin embargo, muchos padres y hermanos ven esto como algo negativo y tratan de castigarlo o racionalizarlo.

Un reciente artículo de The New York Times llamado “When a Child Thinks Life Is Unfair, Use Game Theory” plantea cuáles son las mejores formas de enfrentarse a estas situaciones, dado que los niños son muy pequeños para comprender las razones que justifican ciertas decisiones y solo se limitan a calificarlas como injusticias. Además, sugiere evitar reaccionar de forma defensiva, y por el contrario, asumir algunas estrategias que harán más sencillo el trabajo.

En primer lugar, recomiendan el “yo corto, tú eliges”, lo cual consiste en que uno de los padres corte un pedazo de pizza o torta y que el hijo elija. Sin embargo, este funciona solo cuando hay un hijo, ya que si hay más de uno, este puede protestar sobre cosas como: “por qué su pedazo es más grande que el mío” o “por qué mi hermano eligió antes que yo”.

La segunda estrategia es llamada “uno tú, uno yo”. Esta se aplica a situaciones en las que el hijo debe ordenar su cuarto o algún desorden ocasionado. El artículo afirma que hacer que los hijos recojan un objeto cada uno, turnándose, puede tener resultados positivos. Sin embargo, funciona en condiciones óptimas cuando los hijos tienen una edad similar, ya que ha habido casos en los que los hermanos mayores han manipulado a los menores para que recojan más.

La más recomendada es la “subasta”. En esta, los hijos usan cosas como lavar los platos, sacar la basura, bañarse primero, y demás cosas, como dinero. De esta forma, si quieren elegir qué película ven, los padres pueden subastar esto al mejor postor. De esta forma el que se quede con el premio, lo obtuvo de forma más justa. Además, enseña a los hijos a no sobrevaluar las cosas.

Interesante propuesta para lidiar con nuestros pequeños luchadores sociales.