Los derrames en el mar

Un reciente artículo de National Geographic, titulado “Mapping out the chronic effects of silent oil spills”, da cuenta de la gran indiferencia con la que se tratan y difunden los derrames de petróleo porque son asuntos complicados.

Según, la organización, aproximadamente, 10 mil millones de galones de petróleo terminan en el medio ambiente cada año, si se considera incluido el aceite de motor y otros lubricantes industriales que terminan siendo botados, o quemados ilegalmente. En contraste, sólo 2,7 mil millones de galones terminan en los océanos debido a accidentes efectivamente de derrame de petróleo, como los ocurridos en fuentes de agua de la Selva Peruana por la falta de mantenimiento del Oleoducto Norperuano.

Esto significa que los mayores contaminantes de la fauna marina, según este informe, son los conocidos como los hidrocarbonos aromáticos policíclicos (PAHs, por sus siglas en inglés) que son un componente mayoritario de la estructura del aceite de motor y otros lubricantes.

Este también aparece en la naturaleza acumulado en el tejido graso y han sido relacionados con la aparición de altos niveles de cáncer en distintas especies marinas, así como en la disminución de la salud del ecosistema marino en general. Esto tiene que ver con el hecho que los científicos creen que la aparición del PAHs en los animales es provocado por el hombre.

El gran problema con esto, es que como no se entiende el real impacto de estos pequeños derrames procedentes de combustible, aceite de motor y otros lubricantes, no se alza la voz para mitigarlos y detenerlos.

No obstante, el PAHS sería solo uno de los causantes de la muerte de distintas especies marinas, y por eso, resulta fundamental seguir estudiando qué otros factores estarían provocando la muerte en muchos casos masiva de distintas especies marinas.

Se requieren más recursos para investigar la forma de reducir el PAH en los aceites de los motores que se utilizan en las naves pesqueras, las naves que transportan mercancías y personas, entre otras. De lo contrario, el impacto en los ecosistemas marinos, seguirá creciendo.