IDEAS
A quien madruga “la productividad lo ayuda”
Muy pocas personas saben que muchos personajes exitosos del mundo empresarial empiezan su día muy temprano y confirman el dicho popular de “A quien madruga Dios le ayuda”. Tim Cook, presidente ejecutivo de Apple empieza su rutina diaria a las 3:45 am, lo que le permite llegar primero a la oficina y ser el último en salir.
Precisamente, un artículo de Hilary Potkewitz en The Wall Street Journal, titulado Why 4 a.m. Is the Most Productive Hour, señala que este hábito no tiene que ver con que los ejecutivos sean workaholics, sino que por distintas razones, ese es el momento en que evitan las distracciones de la tecnología y las redes sociales.
Esto no es solo un asunto de percepción, sino que de acuerdo al psicólogo Josh Davis, director de investigación del Instituto NeuroLeadership y autor del libro “Two Awesome Hours”, quien es citado en el artículo, cuando las personas se siente tranquilas y sin tener personas o teléfonos que los distraigan son más productivas porque:
- Pueden hacer ese reporte o informe clave que requiere el 100% de atención.
- Tienen la posibilidad de usar el tiempo para escribir un artículo de opinión o planificar temas importantes.
- Logran concentrarse en la lectura de documentos importantes o la revisión de exámenes de alumnos.
Adicionalmente, al valor añadido de haber tenido las dos horas más productivas del día:
- Proporciona la ocasión de usar un par de días para hacer deporte.
- Confiere el privilegio de sorprender a la familia con el desayuno.
Luego de llevar 2.5 horas de ventaja al resto del mundo, hay tiempo para darse una buena ducha, tomar un desayuno nutritivo, leer los diarios, responder correos electrónicos y hablar con la familia o los colegas de trabajo. Lo que viene luego en reuniones, llamadas telefónicas o presentaciones a clientes se lleva de mejor manera porque ya se adelantó aquello que requiere el 100% de nuestra atención.
Sin embargo, no todas son ventajas. El hecho de despertar tan pronto obliga a llevar rutinas más saludables de vida y dormir más temprano porque a las 20:00 horas el cuerpo ya siente el ritmo de una jornada tan larga, lo que impide disfrutar de la vida nocturna la mayor parte del tiempo o acudir con mayor frecuencia al cine.
Todo es un asunto de opciones de vida en función de los estilos de trabajo y lo que uno está dispuesto a renunciar por tener un mejor balance entre la vida laboral y personal.
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