PERSONAS
¿Qué tan aburrido estás en clase?
Es imposible que a alguien le gusten todas sus clases de la misma forma. Todos tenemos materias en el colegio o en la universidad que preferimos antes que las otras. Si bien no andamos todo el día expresando nuestra alegría de estar en algún curso, nuestros gestos hablan por sí mismos. Las caras que ponemos, qué tanto y con cuánta frecuencia bostezamos, o cuántas veces miramos nuestro celular son signos de cómo nos sentimos respecto a la clase.
Los profesores son perfectamente capaces de observar esto. A todos les debe haber pasado que algún profesor suyo ha parado la clase para señalar el comportamiento somnoliento de un alumno. Sin embargo, esto es un llamado de atención tanto para el alumno como para el profesor, que comprende que su clase no está siendo completamente efectiva. El problema es que no tienen cómo saberlo siempre, o quizás ahora sí, afirma el artículo de Quartz “A Chinese professor is using facial recognition to gauge how bored his students are”, sobre el que se basa esta nota.
Recientemente, el profesor Wei Xiaoyong, de la Universidad de Sichuan en China, ha implementado una forma de grabar y analizar las distintas caras y muecas de sus alumnos en clase para comprender cómo se sienten durante las sesiones.
Utilizando cámaras colocadas en lugares específicos, el profesor graba a sus estudiantes durante la clase. Además, un software de reconocimiento facial identifica cómo se sienten los alumnos durante la clase. Esto lo consiguen catalogando qué tan feliz o neutral se muestra su rostro durante las sesiones. De esta forma, el profesor puede luego ver los vídeos y observar en qué momentos sus alumnos se sintieron más enganchados y qué parte de su clase falló en este aspecto. Esto sirve no sólo para saber qué tan efectivo se está siendo en lo que a enseñar respecta, sino además, para saber cómo mejorar la clase.
El profesor Wei ha compartido este método con distintos colegas para que puedan conseguir lo mismo. Además, es importante señalar que este concepto no es nuevo y ya ha sido utilizando anteriormente. Por otra parte, no es necesariamente una invasión a la privacidad, ya que el profesor puede acceder a toda esta información en primera persona, pero se le hace imposible recordar qué tan atentos estaban sus alumnos durante distintos momentos.
El software hace esta tarea más sencilla.
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