PERSONAS
La formación de la personalidad
Muchas personas cometen un error al pensar que ellos son como son porque así lo decidieron. En otras palabras, un gran número de personas creen que sus creencias y su personalidad son de una forma porque ellos lo han decidido libremente. Esto es sumamente falso, ya que gran parte de cómo somos y de cómo pensamos se lo debemos a nuestro entorno y lo que hemos aprendido en él.
Sin embargo, la personalidad en la realidad muestra rasgos de las personas que ya tenían cuando eran niños. A lo largo de los años, un gran número de estudios alrededor del mundo ha tratado de demostrar esto y ninguno lo ha logrado del todo, afirma el artículo de BBC, titulado, “Clues to your personality appeared before you could talk”.
El primero de estos estudios fue el New York Longitudinal Study, hecho en 1950, y que observó a 133 niños desde que nacieron hasta la edad de 30 años. A partir de esto, los investigadores calificaron la personalidad en 9 facetas. El estudio llegó a concluir que los niños que eran de una forma cuando eran pequeños, continuarían de la misma manera cuando crecieron.
Hoy la realidad no es tan sencilla. Si bien las facetas de la personalidad se han reducido a tres, se sabe que la personalidad no es algo escrito en piedra, sino que evoluciona mientras las personas crecen. Sin embargo, esto tampoco es algo completamente cierto. Las personalidades no cambian por completo mientras las personas crecen, lo que muchos estudios coinciden es que existen algunos elementos que pueden continuar existiendo a lo largo de los años. En otras palabras, las personas no nacen siendo una persona y cuando son adultos son otra, la personalidad mantiene ciertos aspectos.
Por ejemplo, en un estudio ruso de este año, 45 padres debían calificar la personalidad de sus hijos según ciertos principios cuando tenían 7 meses en promedio, y luego repetir el proceso cuando cumplían 8 años. En este estudio se encontró que los niños que, por ejemplo, sonreían más de pequeños eran más estables sentimentalmente cuando crecían. Por otro lado, los niños que eran atentos de pequeños, seguían siéndolo de grandes.
Como este hay otros muchos estudios que llegan más o menos a la misma conclusión: las personalidades cambian con el tiempo, pero algunos elementos de estas permanecen a través de los años.
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