IDEAS
Liderazgos múltiples
Cuando una empresa es pequeña es sencilla de manejar. Esto se debe únicamente al número reducido de empleados, sino también a que, precisamente por eso, todas las partes son más cercanas y los líderes no tienen muchos problemas resaltando como la figura a la que se debe seguir. Sin embargo, el caso se dificulta cuando se trata con una empresa más grande.
En estas se forman naturalmente grupos separados de personas, dependiendo de las alineaciones, pensamientos, o gustos que tenga cada uno. Las personas parecidas se atraen entre sí. El problema con esto es que, en cada grupo, hay un líder, y este no necesariamente es el dueño o el encargado de la empresa. Dependiendo de cómo se trate, esta situación puede resultar un beneficio o un problema. El artículo de Harvard Business Review titulado, “Overcome Resistance to Change by Enlisting the Right People” explica cómo obtener los mejores resultados en estos casos.
Lo primero que se tiene que hacer es saber quién o quiénes son los líderes de cada grupo de personas en la empresa o fábrica. Esto es vital porque de esta manera se puede identificar cuáles son las personas que influencian a los distintos grupos que coexisten bajo un mismo techo, haciendo más sencillas las estrategias de acción.
Lo segundo que hay que hacer es dejar que cada grupo elija las mejores soluciones para un problema. Esto es bueno porque hace que ellos mismos ayuden a mejorar la empresa, ya que muchas veces pueden percibir órdenes como una forma forzada de hacer las cosas.
Lo tercero que hay que considerar es mantener una relación fluida con los líderes que influencian a cada grupo. Si uno les deja claro cuál es el objetivo final de la empresa, ellos solos pueden conseguir que el grupo que influencian se movilice para solucionar problemas. Una buena forma de conseguir esto es confiarles a estos líderes los planes o los proyectos de antemano, de tal forma, cuando sea momento de realizarlos ya saben qué hacer.
La clave es fomentar mucho la conversación. Por ejemplo, juntar a los que más influyen e invitarles un café cada semana y que conversen con los líderes de la empresa. De esta forma se puede llegar a saber qué pasa en cada grupo distinto, además de dejar claros los objetivos que la empresa tiene a futuro para que se vayan familiarizando con ellos.
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