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¿Adiós a las "humanidades"?
En nuestro país, alguna vez se ha escuchado decir a algún economista que la economía necesita más ingenieros que cocineros, con lo cual hay que promover más carreras vinculadas a los primeros y dejar a los cocineros que tomen sus decisiones espontáneamente. En el extremo, a la luz de esta premisa a algún político se le podría ocurrir presentar un proyecto de Ley para otorgar un subsidio económico a quienes opten por seguir carreras vinculadas a la ingeniería. En los EE. UU, el gobernador de Kentucky ha tomado el toro por las astas y está decidido a impulsar solo las carreras vinculadas a la STEM.
La educación STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), es una de las más populares en Estados Unidos, y muchas personas como Matt Bevin, gobernador de Kentucky, consideran que es el único tipo de educación que importa. Esto signficia que desea que los alumnos que sigan alguna de estas carreras reciban subsidios del estado, a diferencia de quienes estudien una carrera de humanidades, afirma el artículo de Scientific American, titulado “STEM Education Is Vital--but Not at the Expense of the Humanities”.
Esta clase de propuestas podría llevar a muchas personas a preguntarse si las humanidades son necesarias en un mundo que busca multiplicar las ofertas de trabajo. La respuesta, sigue siendo la misma desde hace millones de años: por supuesto que son necesarias.
Es comprensible que sea complicado darse cuenta en un inicio. Al fin y al cabo, ser un ingeniero puede ser sumamente útil para la economía. Sin embargo, Steve Jobs, una de las figuras más celebradas en el mundo tecnológico, no era un ingeniero de sistemas ni un programador. Su fama sale, precisamente, de su capacidad de mezclar la tecnología, la cual, hasta ese momento, era cuadrada y fea, con algo como el arte. De esta forma, creando objetos bellos y simples, su empresa tiene millones de personas que prefieren sus productos.
De la misma manera, qué sería de la vida de las personas sin arte, literatura o música.
Es indispensable vivir con ellas porque son una manera de expresión de la propia espiritualidad del ser humano. Muchas veces, como menciona el artículo, el empleado que, además de ser ingeniero, sabe de poesía francesa o filosofía, es el que cumple con las aptitudes necesarias para poder trabajar en una posición importante.
Así que si bien es cierto que en muchos de nuestros países hace falta más gente orientada a las carreras STEM, no hay que perder de vista la importancia que tienen las humanidades para la sociedad.
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