Logo oe

Innovaciones para la salud

Larger neurociencia neurocirugia paralisis robotica salud 162745410 18873523 1706x960
Arrow red
Nathan Copeland tuvo un accidente de tránsito que lo dejó sin la habilidad de controlar sus manos ni sentir lo que estaba tocando.
17 de octubre de 2016
Red star
Por qué es importante
La innovación está lejos de poder ser comercializada aun, pero los investigadores saben que están por un buen camino para que en los próximos años, esto sea una realidad.

La semana pasada sorprendió al mundo, un nuevo estudio de un grupo de científicos de la Universidad de Pittsburg  con el Centro Médico de la misma Universidad, que han logrado desarrollar una suerte de brazo que permite a una persona que ha perdido el control sobre sus manos poder volver a sentir, según informa un artículo de NPR titulado, “Brain Implant Restores Sense Of Touch To Paralyzed Man”.

El beneficiado inmediato, o conejillo de indias de esta investigación es Nathan Copeland, quien hace 12 años tuvo un accidente de tránsito que lo dejó sin la habilidad de controlar sus manos ni sentir lo que estaba tocando, por lo que depende el 100% de las veces de otras personas para realizar hasta la actividad más sencilla, lo que no le permite vivir solo.

El experimento incluyó una fase en la que Copeland tuvo que ver videos de manos tocando objetos mientras se observaba cómo reaccionaba su cerebro. Esto permitió detectar que ciertas áreas se activaban cuando veía esto. Luego, procedieron a colocar pequeños electrodos en el cerebro de Copeland para que estimulen las áreas correspondientes a cada dedo. Esta parte fue la más complicada, ya que el proceso de devolverle la sensación a nervios que la habían perdido era algo tremendo.

Sin embargo, los investigadores recuerdan que el día que pasó, Copeland afirmó tranquilamente que había sentido algo en su dedo índice, lo que hizo pensar a los investigadores que iban por buen camino.

Luego de conseguir lo principal, los investigadores se han dedicado a seguir probando la tecnología, la cual consiste en un brazo que ayuda a Copeland a sentir.

¿Qué es lo que puede o no sentir?

El brazo le permite sentir si lo que toca es duro o suave, y con qué dedo lo está tocando. Sin embargo, no puede sentir diferencias minúsculas, como el material del que el objeto esta hecho.

Por ahora, los investigadores aceptan que la tecnología está años lejos del nivel de lo que podríamos llamar “comercial”. Probablemente algo así no esté disponible para el público por un buen tiempo. Sin embargo, no dejan de resaltar la importancia y el peso que conseguir algo como esto tiene en la vida de una persona paralizada.

Esperemos que en los próximos años se consiga romper la barrera y lograr que estas personas recuperen lo perdido con estas prótesis.