Romance en tiempos de redes

Para quienes van por el mundo más bien distraídos es probable que no se hayan percatado que en las redes sociales a nadie se le ocurre poner una foto en la que no salga bien. Es más, muchas veces, las fotos son posadas el tiempo que sea necesario para lucir de la mejor manera posible.

Y es que nadie quiere compartir imágenes de uno como cuando recién se levanta de la cama, o alguna que refleje que no está tan bien como dice que está.

Algo similar ocurre con las relaciones personales. Todo lo que se sube a Facebook o Instagram que tiene que ver con las relaciones de pareja pasa por el filtro de lo que puede ser considerar idílico, perfecto y envidiable.

La pregunta inmediata es: ¿son esas relaciones de pareja verdaderamente auténticas?

Precisamente, eso es lo que se preguntaba hace unos días el artículo de The New York Times, titulado “Cropped Out of My Own Fantasy”, en el cual se explora esta nueva realidad.

Sage Cruser, cuenta en sus propias palabras una de sus relaciones anteriores, en la cual se pone a pensar luego de abrir un folder lleno de fotografías y recuerdos de su pareja. Cruser afirma que su primer error fue iniciar un romance con esta persona un día después de que esta había terminado una relación larga.

Como consecuencia de ello, esta sintió que debía demostrarle constantemente al mundo que ambos eran felices. Por eso se esmeraba en mostrar fotos de situaciones en que aparecían como una pareja perfecta y feliz. Para lograrlo, su pareja y ellas se exponían a intensas sesiones de fotografía que luego servían para colocar en las redes la evidencia de su idílica relación.

Más tarde, cuando terminó la relación, Cruser se enteró que su ex-pareja se había creado un perfil en un sitio de citas online utilizando una de las viejas fotografías “perfectas”, pero la había sacado a ella de esta.

La sensación que le quedó de esa relación fue que lo único que tenía valor era la calidad de las fotografías.

Por eso Cruser reflexiona sobre la importancia de impedir que las redes sociales y la tecnología cambien la esencia de las relaciones personales.

Y reflexionar sobre la necesidad de exponer las relaciones de pareja, en la medida que eso puede llevar a que se pierda la autenticidad de los sentimientos que verdaderamente unen a las personas.