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¿Paraíso para niños ricos?

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El colegio de preparatoria Midland fue fundado hace 84 años en California.
03 de noviembre de 2016
Red star
Por qué es importante
El colegio es sumamente costoso por lo que solo los hijos de los ricos pueden estudiar bajo dicho sistema por lo que algunos le denominan el paraíso hippie de los niños bien.

Hace 84 años, esto es en 1932, Paul Squibb, creó el colegio de preparatoria Midland, ubicado en Los Olivos, California.

Su objetivo fue crear una institución libre de la influencia de la moda y de la necesidad de saber qué es lo que está haciendo todo el mundo.

El colegio, que se encuentra alejado de la sociedad, no tiene calefacción, ni un gran grupo de personas encargado de cocinar, limpiar, ordenar y calentar el lugar. En este colegio, los alumnos hacen la  gran mayoría del trabajo, afirma el artículo de The New York Times, titulado “The School of Wants and Needs — and Wood-Fired Showers”.

El hecho de que el colegio no cuente con personas que trabajan para el bienestar y confort de los alumnos, y ellos se vean obligados a realizar la gran mayoría de tareas, tiene una serie de ventajas.

Para empezar crea un sentimiento de compañerismo y los chicos se percatan de que todo lo que hacen o dejan de hacer afecta a quienes están en su entorno. Por ejemplo, si el grupo encargado de poner la leña para calentar la terma lo olvida, nadie en la escuela podrá bañarse con agua caliente esa noche.

Los estudiantes aprenden con su propia experiencia que por cada acción, hay una consecuencia que afecta al resto.

Los alumnos aprenden que no necesitan mucho para sobrevivir y vivir tranquilos, pero todos deben cumplir su tarea. En la escuela todos tienen responsabilidades. Hay quienes deben salir los domingos al campo a recolectar leña para toda la semana, otros deben cocinar la comida con ayuda de los chefs encargados, a otro grupo le toca prender estufas para calentar la terma, y cosechar los alimentos.

Los estudiantes aprenden a valorar lo que tienen en casa y eso ayudará a entender la diferencia entre querer y necesitar.

El único problema de este lugar es que es sumamente costoso, por lo que ha llevado a muchas personas a preguntarse si más que un buen lugar que enseña el valor de las cosas, se trata de un paraíso hippie para los hijos de los ricos.

Más allá de eso, parece genial generar este tipo de experiencias de aprendizaje para que los chicos de hoy en día aprendan que no necesitan muchas cosas materiales para vivir y ser felices.