HISTORIAS
El futuro de las “Grandmas” indocumentadas
En América Latina, a diferencia de los EE.UU., las familias suelen recurrir a las abuelas, tías o algún familiar para que se encargue del cuidado de los niños pequeños.
En los EE.UU., dependiendo de la capacidad económica de las familias, confían a los pequeños a centros de estimulación temprana, debidamente calificados. El problema es que no siempre esto es accesible a todas las familias, por lo que en determinado momento surgieron programas que enseñan a personas que cuentan con disposición de tiempo y ganas de trabajar, a enseñar y cuidar a niños pequeños.
Muchas de las personas que se inscriben para participar de estos programas son indocumentadas, según da cuenta un artículo de The Atlantic, titulado “Equipping Grandmas With Childcare Credentials”.
Estos programas han aparecido en algunos estados con mucha presencia de latinos, que están acostumbrados a este tipo de esquemas de cuidado infantil. Sin embargo, parece ser que no se cierran a cuidar los hijos de otras personas y la necesidad de tener apoyo para esta tarea, ha llevado a que muchas familias estadounidenses confían a sus hijos a sus vecinos. Además, estos programas ayudan a las cuidadoras a tener un certificado oficial en cuidado de niños pequeños.
En estos programas las personas aprenden a elaborar horarios para niños, combinando actividades de lectura, juegos en grupo, comida y siestas, todo lo que un niño pequeño necesita en el día a día. El programa dura en total unas 120 horas y, al finalizarlo, se les entrega a las participantes una credencial oficial.
No han tardado en levantarse las voces cuestionando que los inmigrantes ilegales reciban tales beneficios.
Sin embargo, se olvida que muchas de estas personas ya forman parte del sistema de cuidado desde el momento que trabajan en casas de estadounidenses encargándose del cuidado de los más pequeños. Además, se tratan de personas mayores que en varios de los casos ya tienen hijos nacidos dentro de los EE.UU. que son ciudadanos y serán parte de la fuerza de trabajo en el futuro.
Los programas solo profesionalizaban estos cuidados y certificaban a quienes se encargaban de los mismos.
La elección de Donald Trump deja todos estos tipos de programas en total incertidumbre y elimina una de las alternativas que tenían las familias para asegurar el cuidado infantil, mientras los padres de los niños salen a trabajar.
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