HISTORIAS
La revista Rolling Stone y la difamación
Hoy en día, gracias a las redes sociales y el Internet, demora segundos que millones de personas crucifiquen a determinados personajes por cosas que ni siquiera han sido probadas o están en proceso de investigación. Lo que no se sopesa es que a quienes se acusa pueden perder su trabajo y hasta a sus amigos de forma rapidísima.
Incluso si es que las acusaciones terminan siendo falsas, el daño ya está hecho.
Esto aun es más grave cuando las acusaciones están relacionadas con una violación, asesinato o violación.
Recientemente, se ha determinado que la revista Rolling Stone pague por difamaciones de este tipo, afirma el artículo de The New York Times, titulado “In Rolling Stone Defamation Case, Magazine and Reporter Ordered to Pay $3 Million”, sobre el que se sustenta esta nota.
La historia que da lugar a esa sentencia data de hace dos años, cuando la conocida revista publicó un artículo donde se afirmaba que había ocurrido una violación en grupo dentro de la Universidad de Virginia. Sin embargo, rápidamente las personas empezaron a tener dudas respecto a la veracidad del artículo, ya que la autora de este sólo había citado una fuente como fundamento de su investigación. Sin embargo, nunca pudo decir quién era.
Luego de esto, la revista retiró el artículo de su portal online. Sin embargo, no se les ha acusado de haber puesto información falsa únicamente; sino también de haber sabido que tal información era falsa y haber decidido publicarla igualmente. Como consecuencia de ello, la empresa tendrá que pagar USD 3 millones en reparaciones a la universidad.
Sin embargo, la verdadera víctima de este caso es Nicole P. Erano, exdecana asociada de la Universidad de Virginia, la cual fue presentada en el artículo cuestionado como una figura malévola que ocultó el crimen. Debido a estas declaraciones, Erano perdió su trabajo y afirma haber sufrido socialmente muchísimo.
Felizmente, desde que se confirmó que el artículo era falso ha obtenido dos aumentos de sueldo.
El aprendizaje de esta historia es que los medios deben ser lo suficientemente responsables para publicar solo aquello que tiene una base sólida para denunciarlo o ya tiene una sentencia firme, de lo contrario, se corre riesgo de afectar la honra de las personas.
Felizmente, el caso ha sido resuelto. Sin embargo, aún la empresa no ha dicho si apelará a lo dicho por el jurado.
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