IDEAS
Matar ratas por dinero
Existe mucha gente que usa con frecuencia la frase que dice “no se trata de inventar la pólvora” para referirse a que muchas veces antes que tratar de aplicar una idea para solucionar un problema determinado, lo más adecuado es revisar lo que ocurrió cuando esa misma idea se aplicó en algún otro lugar.
Los niveles a los que ha llegado la proliferación de ratas en Yakarta han provocado que las autoridades busquen soluciones distintas al uso de los depredadores naturales que son los gatos que temen acercarse a ellas porque estas les superan en tamaño, según da cuenta un ilustrativo artículo de The Guardian, titulado “Cash for rats: on the hunt with Jakarta's rodent eradication movement”, sobre el que se inspira esta nota.
Por ello, el actual gobernador, Djarot Saiful Hidayat, ha decidido crear un programa llamado Movimiento de Erradicación de Ratas que financia recompensas económicas para los ciudadanos que capturen ratas y las entreguen vivas. El programa otorga una recompensa de USD 1.27 por cada rata viva, los cual resulta extremadamente atractivo considerando que la mayoría del país vive con USD 2 al día.
Si bien la idea parece brillante, la realidad es que no es la primera vez que se hace algo parecido. Lo curioso es que en todos los casos anteriores ha fallado y ha hecho que el problema empeore.
Horst Siebert en su libro “El efecto cobra”, narra una historia similar a la planteada pero en lugar de ratas fueron cobras. Y es que en la India se presentó un episodio de infestación de cobras y para combatirlas los oficiales británicos ofrecieron recompensas monetarias. El plan fue un éxito, los ciudadanos se volvieron cazadores activos y recibían su recompensa. El problema fue que las autoridades pronto se percataron que la gente había empezado a criar cobras para luego intercambiarlas por dinero. Un caso similar se vivió en Vietnam con las ratas.
En otras palabras, lo que la historia enseña es que en los casos en los que se ha ofrecido una recompensa monetaria por cazar animales, los ciudadanos siempre han encontrado una forma de volver el asunto en su favor, aprovechándose del problema para ganar más dinero.
Así que quizá sea un buen momento para que el gobernador de Jakarta evalúe su genial idea.
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