IDEAS
Formas de estudiar
Si bien existen exámenes para los que se necesita leer para poder desarrollar un argumento convincente respecto a lo que se ha leído, también existen exámenes que requieren de memorizar fechas, ideas y conceptos.
El problema es que cuando las personas se estresan, todos los conocimientos previos empiezan a fallar. No es poco común escuchar a alumnos dando un examen de ingreso universitario diciendo que “se olvidaron de cosas que habían repasado intensamente” o que “los nervios les jugaron una mala pasada”. Sin embargo, existe una gran posibilidad que este mal rato se deba a la forma en la que estudian, más que a los nervios, afirma el artículo de The Indian Express, titulado “Practice testing protects memory against stress: Study”, sobre el cual se inspira esta nota.
La realidad es que, en el caso de la memorización, muchos optan por la repetición. Esto significa que al momento de estudiar algo que requiere memorizar fechas, nombres o conceptos, muchas personas optan por repetir una y otra vez las cosas hasta que creen que lo tienen memorizado. Sin embargo, esta no es la mejor forma de memorizar cosas estadísticamente, sino que existe un método que resiste el estrés que hace que las personas no se olviden de lo estudiado.
Este consiste en auto-examinarse.
Esto significa que en vez de repetir 20 veces las cosas, es mejor repasarlas y luego tratar de acertar la mayor cantidad de cosas posibles en un auto-examen.
Un estudio realizado por Ayanna Thomas demostró esto. Para ello, dividió a un grupo de personas en dos y se hizo que uno estudiara con el método descrito y que otro lo hiciera con el método tradicional. Luego de haber pasado por esto, ambos grupos fueron sometidos a una situación que les generara una gran cantidad de estrés. Esta se trataba de realizar un discurso improvisado y resolver algunos problemas matemáticos frente a dos jurados, tres compañeros y una cámara.
Luego de esto se les tomó un examen para ver cuántos de los conceptos recordaban. Estadísticamente, el grupo que había estudiado repasando recordaba 11 de 30 conceptos, mientras que los que estudiaron con el método tradicional obtuvieron, en promedio, 10 de 30. Además, los primeros recordaron 9 palabras estudiadas, mientras que los segundos sólo 7.
Si bien la diferencia no es mucha, a veces ese pequeño margen es el que hace la diferencia en un examen, por lo que este método está recomendado para cualquiera que necesite memorizar cosas para una evaluación.
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