Las consecuencias del shock guláctico

Las fiestas de fin de año son una de las épocas en las que las personas suelen comer demás. Y es que pasan de un evento a otro y en casi todos, predomina la típica comilona. Cuando las personas no se ponen límites pueden llegar a excesos.

Lo que pocos saben es que si bien el estómago es un órgano bastante elástico que puede recibir más alimento del que está acostumbrado, puede ocurrir que el exceso sea tal que lleve a que este explote y provoque la muerte. Precisamente, un reciente artículo de Quartz titulado “Yes, your stomach really can explode from eating too much”, da una explicación comprensiva de cómo funciona y qué puede suceder si es que se fuerza demasiado el estómago.

El sistema digestivo empieza en la boca y termina en el ano. Los dientes, la lengua y los demás componentes de la boca ayudan a que la forma original de la comida sea transformada en una especie de bola para que pase por el esófago. Al llegar al estómago esta está poco más grande que el tamaño de un puño. Sin embargo, mientras la comida va entrando, este se va expandiendo y liberando ácido para ayudar a la digestión. Luego de un proceso en el cual el cuerpo separa lo que es bueno y se lo queda, mientras deja de lado aquello que debe convertirse en heces, el proceso está terminado.

Sin embargo, si bien el estómago tiene una capacidad elástica sorprendente, tiene sus límites. Cuando se llega a cierto punto, hay dos posibilidades: continúa siendo digerido o regresa por donde vino en forma de vómito. Además, existen pocos casos –pero los hay- en los que comer demasiado ha llevado a que el estómago reviente. Y, de estos pocos casos, existen algunos en los que las personas que sufrieron este problema, murieron. Además, comer demasiado hace al cuerpo resistente a la leptina. Esta es la encargada de decirle al cerebro que hemos comido demasiado. Hacer esto repetidas veces es lo que produce la obesidad en las personas.

Por tanto, comer demasiado tiene un sinfín de problemas que de forma resumida son: riesgo de obesidad, vómitos, daños al esófago, que el estómago reviente y cause la muerte. En otras palabras, es mejor comer hasta estar satisfechos y dejar de hacerlo a tiempo.