HISTORIAS
El tren de la discordia
La península balcánica ha sido escenario de distintas disputas territoriales desde hace muchos siglos atrás. Yugoslavia fue uno de los países más importantes de esta zona, atravesando por diversas transformaciones tanto en su composición territorial como en su gobierno. En 1963, luego de haber cambiado su nombre en varias ocasiones, pasó a denominarse República Federal Socialista de Yugoslavia, compuesta por seis repúblicas, entre ellas la República Socialista de Serbia, conformada a su vez por Vojvodina, Kosovo y Metohija. Luego de muchas disputas, Yugoslavia se convirtió en Serbia y Montenegro, pero en 2006 este último se independizó y se convirtió en países autónomos.
La sucesión de conflictos en la península balcánica es interminable. En 2008, el parlamento de Kosovo, hasta ese momento provincia de Serbia, declaró unilateralmente su independencia con el apoyo de las Naciones Unidas. Por su parte, el gobierno serbio no ha reconocido la separación de Kosovo y la denomina como una provincia autónoma.
El enfrentamiento entre serbios y kosovares parecía haber empezado a tomar rumbos más pacíficos. Sin embargo, esta semana un tren se convirtió en la nueva razón de disputa entre ambas partes y se trataría de una estrategia de Serbia para recuperar parte del territorio kosovar, de acuerdo a un artículo de Reuters, titulado “Serbia wants to annex part of Kosovo using 'Crimea model': president”, sobre el que se inspira esta nota.
Al norte de Kosovo se encuentra una ciudad llamada Mitrovica, cuya población está dividida entre albaneses (al sur) y serbios (al norte). Un tren de fabricación rusa, con decorados tradicionales de la cultura serbia y el mensaje “Kosovo es Serbia” impreso en los flancos de los vagones, partió de Belgrado (capital de Serbia) hacia Mitrovica, después de 18 años desde la última vez que se realizó dicho recorrido. Esto provocó la inmediata reacción del gobierno kosovar, el cual autorizó el envío de la policía oficial para detener el tren antes de que ingresara a su territorio por considerarse una violación a la soberanía de Kosovo.
Hashim Thaci, presidente del territorio, se pronunció al respecto y acusó a Serbia de intentar provocar un nuevo conflicto. “Su intención es usar este tren, fabricado por Rusia, primero para ganarse el apoyo del norte de Kosovo y luego anexarlo a Serbia. Es el modelo Crimea”, señaló, haciendo referencia al conflicto de Crimea, antes perteneciente a Ucrania, el cual terminó con la realización de un referéndum que aprobó su adhesión a Rusia.
Por su parte, el presidente serbio, Tomislav Nikolic, indicó que las acciones tomadas por el gobierno kosovar eran una señal de que “los albaneses quieren la guerra” y que está dispuesto a enviar su Ejército “si fuera necesario para proteger a los serbios (residentes en Kosovo) de potenciales asesinatos”.
Se espera que ambas partes logren llegar a algún acuerdo de paz, pero es posible que se requiera de la intermediación de algún organismo internacional externo. De lo contrario, la situación podría desencadenar enfrentamientos mayores.
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