HISTORIAS
Comiendo sano en McDonald's
Hace algunas semanas, reportamos sobre cómo las bebidas gaseosas estaban perdiendo terreno frente al agua de mesa. Por ejemplo, indicamos que, desde el año 2008, las ventas de agua han estado creciendo cada año más de 4 veces más rápido que las gaseosas (6% vs. 1.3%).
Ayer, un reporte de McDonald’s Corp. y la Alliance for a Healthier Generation, un grupo fundado por la Clinton Foundation y el American Heart Association para reducir la obesidad, dio cuenta de un nuevo revés de las bebidas gaseosas: los niños cada vez toman menos gaseosas y comen más frutas y yogurt en los locales de McDonald’s.
Todo ello como resultado de la iniciativa que emprendieron McDonald’s Corp. y la Alliance for a Healthier Generation en 2013. En el marco de esta colaboración, McDonald’s se comprometió a dejar de promover a las bebidas gaseosas como una opción para acompañar las Comidas Felices de los niños y a tratar de promover una mejor nutrición entre los niños de 20 mercados que representan más del 85% de las ventas de la empresa.
El impacto no se hizo esperar: desde que las gaseosas fueron retiradas de los menús de las Comidas Felices (Happy Meal) , 46% de los niños optó por acompañar su orden con leche o jugo, cifra superior a la que se registraba antes de que se modificaran los menús (37%). Además, la proporción de los niños que optó por acompañar su Comida Feliz con una gaseosa se redujo de 56% a 48%. Finalmente, los niños mostaron una actitud positiva frente a nuevas alternativas saludables que se introdujeron en los menús como el yogur y las mandarinas.
Estos resultados son bastante prometedores porque ha pasado menos de un año y ya se aprecia algún efecto y, además, porque hasta hace poco se creía que era muy difícil conseguir que los consumidores elijan las opciones saludables de los menús, incluso cuando estas eran promovidas activamente. Lo que todavía no está claro es si sería posible obtener un efecto parecido con medidas similares aplicadas a la población adulta.
Los nutricionistas han recibido con agrado los resultados divulgados por McDonald’s y han planteado no solo la necesidad de seguir adelante con la iniciativa en curso, sino también la de comenzar la batalla por sustituir las papas fritas por ensaladas, frutas o vegetales. Sin embargo, anticipan que quitarle terreno a las papas fritas sería mucho más difícil que desplazar a las bebidas gaseosas, precisamente por la enorme inversión que han realizado en el pasado las empresas de comida rápida (fast-food) para condicionar a los consumidores a pensar que cualquier comida en un sitio de comida rápida debe ser acompañada de papas fritas. Para los nutricionistas, cambiar este hábito puede tomar muchos años.
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