IDEAS
¿Funcionarán los controles en Grecia?
Actualmente, los bancos en Grecia están cerrados, en la etapa previa al referendo al que el gobierno ha convocado para el 5 de julio respecto del acuerdo que viene negociando con sus acreedores. Por el momento, solo se pueden realizar retiros de efectivo por un máximo 60 euros (aproximadamente USD 67) y las transferencias al extranjero están prácticamente prohibidas pues deben ser aprobadas por un comité especial. Las medidas anunciadas recientemente complementan la prohibición ya existente de realizar transacciones en efectivo superiores a los 500 euros. Sin embargo, todavía no se ha anunciado ningún límite a las transferencias electrónicas o a los pagos realizados dentro del país.
El tipo de controles que viene aplicando Grecia tiene el principal propósito de evitar la salida de divisas del país. Para ello, pueden ser efectivos. Sin embargo, estos también pueden desalentar el ingreso de capitales y, como resultado de ello, en términos netos, aumentar la salida neta de capitales. Esto es lo que suele ocurrir con los controles de capitales, especialmente cuando se aplican en una economía débil con un sistema financiero frágil. Lo más pesimistas señalan también que los controles como los aplicados en Grecia introducen mayores distorsiones y le abren la puerta de par en par a la corrupción.
Esto no quiere decir que los controles de capital sean siempre malos. Bajo ciertas condiciones, pueden ser una mejor alternativa a firmar un acuerdo excesivamente duro con el FMI. El problema es que, según un estudio realizado por FMI sobre 20 años de aplicación de medidas como las adoptadas por Grecia para evitar la salida de capitales, ninguna de las condiciones que suelen acompañar a las experiencias exitosas estaban presentes en Grecia.
El caso reciente más exitoso de aplicación de controles de capital fue el de Malasia en 1998. En plena crisis asiática, dicho país introdujo controles de capitales y los mantuvo durante 8 meses, en lugar de firmar un acuerdo de rescate con el FMI. Esta medida le permitió acelerar la recuperación económica y de la bolsa de valores, con el menor costo en términos de incremento de desempleo y deterioro de los salarios reales. Es decir, para un país en aprietos, el acuerdo con el FMI no es la única salida, si es que se cuenta con instituciones creíbles que puedan respaldar medidas de corto plazo como los controles al flujo de divisas. Lamentablemente, Grecia no las tiene.
Sin embargo, los controles de capital en Grecia no tienen por qué significar una salida del euro ni tampoco que no se vaya a alcanzar un acuerdo con los acreedores. De hecho, Chipre, otro país miembro de la zona euro, impuso en 2013 controles de capitales por 2 años, en el marco de un acuerdo multianual de rescate. Para los más optimistas, la introducción de controles de capital en Grecia, en lugar del final, pueden marcar un nuevo comienzo para el país dentro de la zona euro. La clave está en que sean efectivos para evitar una corrida bancaria sin obstaculizar las transacciones en la economía.
Publicar un comentario