El reto de las bebidas azucaradas

Nunca antes las personas se habían preocupado por su salud de la manera en que lo hacen hoy. Para la mayoría ya no solo se trata de verse bien, sino de ser saludables y protegerse de las enfermedades. El primer paso para ello es mantener una dieta sana, evitar los productos sintéticos y ejercitarse. El cambio de pensamiento de la sociedad y su nueva inclinación por un estilo de vida saludable ha forzado a muchas industrias a modificar sus productos y/o servicios.

Una de las industrias más afectadas es la de bebidas. Esta no solo debe responder a los nuevos deseos de sus consumidores, sino también a las regulaciones de los gobiernos que buscan proteger la ciudad de sus ciudadanos. Las compañías productoras de bebidas azucaradas buscan nuevas maneras de endulzar sus productos ante la demanda de sus clientes, afirma un reciente artículo de Food Business News, titulado “A ways to go in soft drink sugar reduction”, sobre el cual se inspira esta nota.

Estados Unidos es el más grande ejemplo de lo que una mala alimentación puede causar en una población. Los índices de obesidad en dicho país son realmente alarmantes, especialmente en el caso de niños y adolescentes. Pero tal parece que la población norteamericana ha empezado a tomar conciencia de la importancia de reducir la ingesta diaria de azúcar. De acuerdo a un informe de Alliance for a Healthier Generation, grupo fundado por la American Heart Association y la Clinton Foundation, el consumo de bebidas calóricas por persona cayó en 0.2% entre 2014 y 2015. Si bien es cierto esta cifra puede parecer mínima, significa un primer paso para una población consumidora de azúcar y grasa por excelencia.

Grandes empresas como Coca-Cola Co, Dr Pepper Snaple Group y PepsiCo, se han propuesto reducir la cantidad de calorías consumidas por persona en 20% en un período de 10 años, esto es, en 2025. Para ello, se han puesto en marcha una serie de innovaciones de producción, iniciativas de marketing y estrategias de distribución.

La preocupación de las personas por reducir la ingesta de calorías y azúcar no se traduce en una caída en las ventas de bebidas azucaradas. La gente sigue adquiriéndolas, pero demuestra preferencia por aquellas endulzadas con productos naturales, como la Stevia, y que no contengan colorantes o químicos.

Un estudio de Mintel afirma que los consumidores evitan productos que contengan jarabe de maíz alto en fructuosa (50%) y azúcar (47%). Así mismo, un 43% evita los productos que se identifiquen como artificiales, ya sea porque contienen colorantes, endulzantes o saborizantes.

Estas cifras son una muestra de que las personas desean seguir consumiendo los productos que tanto les gustan, pero al mismo tiempo quiere cuidar su salud. Esto presenta un nuevo reto para las empresas pues deben encontrar la manera de que sus productos sean saludables, pero no pierdan su sabor original.