La percepción según género

El debate entre los candidatos presidenciales estadounidenses, Donald Trump y Hillary Clinton, fue uno de los eventos más vistos y criticados por personas de todo el mundo. La gran mayoría de personas coincidían que, en el debate, Trump se había mostrado agresivo e improvisado. Por otro lado, Clinton había demostrado profesionalismo, conocimiento de los temas y preparación previa.

Sin embargo, luego del resultado final, parecía que las opiniones sobre aquel debate valían poco. Después de todo, qué tan preparada pudo o no pudo haber estado Hillary Clinton en aquel debate no le iba a otorgar repentinamente la presidencia de su país. Sin embargo, algunos miembros de la Universidad de Nueva York decidieron realizar un experimento poco usual, presentado en una publicación, titulada “What if Donald Trump and Hillary Clinton Had Swapped Genders?”, sobre el que se inspira esta nota.

La iniciativa detrás de dicho experimento nació gracias a Maria Guadalupe, una profesora asociada de la universidad, quien tuvo una idea al final del debate. Se preguntó cómo cambiaría la percepción de las personas si se cambiara de género a ambos participantes. Es decir, si se presentara ante un público a un Donald Trump mujer y a una Hillary Clinton hombre, ¿esto cambiaría la opinión de quienes vieron el debate?.

Para poder alcanzar una respuesta, Guadalupe le pidió ayuda a Joe Salvatore, un profesor asociado de teatro educacional, el cual se especializa en un tipo de teatro encargado de adaptar entrevistas y escritos reales a texto teatral. Salvatore contrató posteriormente a dos actores y organizó una presentación en vivo para un grupo de personas. Tanto Guadalupe como Salvatore creían que las características de Trump se volverían aún más insoportables si una mujer era quien las actuaba.

Sin embargo, el experimento demostró completamente lo contrario. Quienes participaron coincidieron en que, “Trump-mujer”, se veía segura, firme y preparada para cualquier cosa. Su manera firme, repetitiva y progresivamente más fuerte de decir cosas hacía que se viera como alguien que sabe lo que está haciendo. Por otro lado, los movimientos rígidos del “Hillary-hombre” lo hacían ver como tímido, además, sus constantes menciones a su vida profesional y conocimientos lo hacían ver como un pedante.

Los resultados sorprendieron a los organizadores, pero, también demostraron cómo puede cambiar la percepción de las personas cambiando pequeños detalles de un evento. En este caso, pareciera que una mujer, sin importar lo que haga, siempre se verá más profesional que el hombre. Mientras que, sin importar qué haga, el hombre se verá de alguna forma inferior a su oponente. Sería interesante realizar más experimentos de este tipo. Quizá sería posible lograr que las personas cuestionen las razones por las que sus pensamientos se organizan de una forma o de otra.