IDEAS
La lógica de las propinas de los restaurantes
En la conocida película de Quentin Tarantino, “Perros de Reserva”, uno de los personajes tiene un monólogo relacionado a las propinas. El texto se ha vuelto famoso y ha hecho que muchas personas se pregunten por qué se sienten obligados a darle dinero extra a los mozos de ciertos restaurantes, pero no a los trabajadores de otros servicios.
Más allá de la ficción la pregunta se mantiene: ¿cómo funcionan las propinas? Algunos lo ven como un acto de buena fe para ayudar a personas que ganan poca plata, como en el caso de los mozos, pero estas mismas personas no sienten la misma obligación cuando compran comida en un lugar de comida rápida como McDonald’s, incluso cuando los trabajadores de dicho lugar ganan menos que el mozo promedio. Según el artículo de The New Yorker, titulado “The Science Of Tipping”, ni siquiera la ciencia está completamente segura de cómo funciona el proceso de toma de decisión sobre dar o no una propina.
Las propinas se originaron hace cientos de años, en el siglo 18 para ser más exactos. Su propósito en ese entonces, era acelerar el servicio de los que traían la comida. Sin embargo, se debe considerar que uno tenía derecho a quejarse si es que se demoraban más de 20 minutos en traer el pedido, afirma el artículo. Hoy en día, 20 minutos es un tiempo de espera usual. Por tanto, se puede asumir que el propósito de las propinas hoy en día, ha cambiado.
Disciplinas como la sociología y la psicología consideran que el acto de dar propina es una relación de poder entre quien la da y quien la recibe. Con esto, se quiere decir que alguien con mucho dinero suele dar mucha propina, en un intento de demostrarle al resto de su capacidad adquisitiva. Sin embargo, distintos experimentos han encontrado que la razón detrás de dar o dejar de propina se encuentra en el estado de ánimo del cliente en cuestión. En uno de ellos, se encontró que, aunque el servicio del mozo haya sido pésimo, los participantes que acababan de recibir una buena noticia daban más propina que quienes acababan de recibir una mala. Lo cierto es que ninguna disciplina logra encontrar aún el por qué las personas dan propina.
Sin embargo, el problema puede ser eliminado si se recurre al ámbito laboral. Efectivamente, quienes trabajan en restaurantes como mozos o baristas suelen ganar menos dinero que el promedio. En muchos casos, estos trabajos ofrecen solo medio tiempo, por lo que la remuneración recibida es bastante baja. Por tanto, en vez de ofrecer la propina como una opción, quizás podría haber una forma de implementar las propinas en todos los tipos de restaurante. De esta forma, el que trabaja en McDonald’s puede recibir el mismo porcentaje que alguien que trabaje en un restaurante similar. Mientras que quienes trabajen en un lugar más elegante, podrían recibir un porcentaje mayor.
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