HISTORIAS
Las explosiones atómicas desclasificadas
Estados Unidos es uno de los países más famosos por su carrera armamentista y el poder de sus arsenales. Uno de los intereses más grandes de dicho país, por muchos años, ha sido el desarrollo de armas nucleares de uso militar.
Distintos estudios estiman que tan solo entre los años de 1945 y 1963, cuando se prohibieron las pruebas nucleares, Estados Unidos realizó 210 de estas pruebas. Para sorpresa de muchos, estos eventos fueron registrados por distintas cámaras en cintas de vídeo que han permanecido ocultas hasta el momento. Sin embargo, recientemente, un físico norteamericano ha puesto este material a disposición del público en general, tal como informa Quartz en su artículo “Films of these atomic explosions just got declassified”, sobre el que se inspira esta nota.
Gregg Spriggs es un físico de Lawrence Livermore National Laboratory, interesado en el desarrollo de bombas atómicas. Hace cinco años, con ayuda de un equipo de investigación, Spiggs empezó la búsqueda de las cintas de vídeo en las que se habían registrado explosiones atómicas realizadas por el gobierno norteamericano. El científico estima que existen al menos 10 mil cintas, pero su equipo solo ha logrado rescatar 6 500 vídeos. Dichas cintas se encontraban en pésimo estado, a punto de destruirse luego de décadas almacenadas en bóvedas. Aproximadamente, dos tercios de las grabaciones recuperadas han sido transferidas a un archivo digital y muchas de ellas se encuentran disponibles en youtube.
Las pruebas realizadas por el gobierno americano tenían como finalidad evaluar el campo de impacto que las bombas tenían, es decir, cuánto espacio podían alcanzar con una detonación y estimar el daño que podrían causar a los enemigos. Uno de los descubrimientos más importantes que el científico hizo luego de analizar las cintas es que las cifras que se manejan respecto al impacto de las bombas están equivocadas por un margen de 30%.
Cabe resaltar que el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha manifestado en repetidas ocasiones su deseo por expandir el arsenal nuclear de su país, lo cual pondría fin a décadas de lucha contra estas armas. Así mismo, Norteamérica invierte más de USD 50 mil millones en presupuestos para mantener sus arsenales y actualmente está produciendo una nueva generación de bombas que podrían costas más de USD 1 trillón.
La finalidad del proyecto de Spriggs es que las personas conozcan el impacto y alcance que las bombas nucleares tienen e impedir que se continúen usando. Esperemos que logre su cometido y se impida que proyectos como los de Trump sigan su curso.
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