IDEAS
La fruta y el cerebro
En lo que respecta a la evolución de los seres humanos, existen diferentes teorías de cómo sobrevivieron dicho proceso. Esto se debe a que la teoría inicial indicaba que cada animal desarrolló su cuerpo para preservar su existencia, explicando así la aparición de dientes grandes, garras afiladas, y un incremento en la habilidad de ciertos animales.
El ser humano no posee ninguna de estas características y, según la teoría anterior, lo más lógico era que se extinga debido a la falta de rasgos que lo hagan capaz de hacerle frente a criaturas más fuertes. Sin embargo, la teoría social, una de las más conocidas sobre el tema, indica que, para sobrevivir, el ser humano desarrolló su cerebro para una mejor interacción con su entorno. Ahora, una nueva teoría indica que la dieta tuvo un enorme impacto en el desarrollo del cerebro, afirma el artículo de ZME Science, titulado “Eating fruit may have given primates their big brains, paving the way for social structures”, sobre el que se inspira esta nota.
Como se mencionó, la teoría social señala que el ser humano desarrolló su cerebro porque no tenía garras ni dientes para defenderse del resto de depredadores. En otras palabras, era necesario desarrollar este órgano para preservar su existencia. Alex DeCasein, autor de una nueva teoría, tiene otra explicación: todo es gracias a la fruta.
DeCasein es una estudiante de doctorado en biología antropológica en la Universidad de Nueva York. Ella y su equipo decidieron encontrar las razones por las cuales el cerebro de los humanos creció más que el resto de los primates, tratando de encontrar respuestas a la cuestión de la evolución. Los resultados señalan que no fueron ni la monogamia, ni la promiscuidad, ni la complejidad social las que causaron esto, sino una dieta basada en frutas y hojas.
Sin embargo, muchos teóricos evolutivos han afirmado que esta explicación carece de sentido.
La base de la teoría social es que el cerebro necesitaba crecer para sobrevivir. En otras palabras, la evolución demanda un cambio. El mismo caso no puede ser encontrado en la teoría de la dieta. Comer frutas hace posible que el cerebro crezca, pero sucede lo mismo con los músculos. En otras palabras, ingerir fruta no hace que el cerebro crezca obligatoriamente, sino que da nutrientes para que cualquier parte del cuerpo se desarrolle. Es por esto que la teoría social es tan popular: porque según esta, la socialización demandaba que el cerebro se desarrolle.
Pero, ante los criticismos, DeCasein ha afirmado que su teoría no debe ser tomada como una explicación absoluta, sino como información complementaria. La fruta ayudó a que el cerebro reciba nutrientes cuando necesitaba crecer, pero no es la razón por la que lo hizo.
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