Alemania y sus trabajadores

Hoy en día el mundo está en una especie de estancamiento económico luego de la crisis, y solo algunos pocos países están destacando. Si se le pregunta a cuáles son los que conforman este grupo, probablemente dentro de la lista figura Estados Unidos, ya que siempre ha liderado los primeros puestos en esta lista. Sin embargo, Estados Unidos pasa actualmente por un periodo de esclerosis, afirma el artículo de Bloomberg, titulado “Workers Made Germany Into the World's Best Economy”. Esto se debe a que sus instituciones económicas no están rindiendo ni funcionando como deberían. Es en este punto que Alemania surge como el mejor ejemplo de cómo lo más obvio no siempre es la mejor respuesta.

Alemania no es un país ajeno a las circunstancias actuales, ya que enfrenta exactamente los mismos problemas que el resto de países ricos del mundo. Por ejemplo, no es ajena al estancamiento económico que se vive globalmente. Además, su índice de fertilidad se encuentra sumamente bajo (1.38 hijos por mujer), lo cual significa que pronto su base de trabajadores disminuirá.

Este detalle es sumamente importante, ya que, según el artículo, Alemania es el país que es ahora (con una de las mejores economías del mundo) gracias a sus trabajadores.

En primer lugar, Alemania se diferencia del resto de Europa porque tiene un sector estatal grande, tiene un gasto en bienestar social superior al del resto y, sobre todo, porque su tasa de sindicalización es casi el doble que la de Estados Unidos. Esto ha llevado a que, por ejemplo, no haya olas de desregulación en muchísimo tiempo, incluso con reformas introducidas en el 2000. En segundo lugar, Alemania maneja los salarios de forma diferente que el mundo. En el país europeo, los salarios se establecen por negociación colectiva a nivel industrial y no a nivel empresarial como sucede en Estados Unidos. Es incluso gracias a eso que se logró la reducción del costo de producción en Alemania, convirtiéndola en una potencia exportadora.

En otras palabras, no se trata de que Alemania sea un país ajeno a los problemas, sino que, ante la adversidad, sus estrategias y sistemas se han mostrado efectivos. Si hay algo positivo que se puede rescatar de los momentos de crisis es que ayuda a cuestionar el funcionamiento correcto de las estructuras establecidas. Quizás sea momento de que Estados Unidos y otros países alrededor del globo pongan en práctica esto.