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A más barcos, menos peces

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El número de barcos pesqueros aumentó 3.7 millones entre 1950 y 2015.
01 de junio de 2019
Red star
Por qué es importante
La falta de eficiencia y de la poca gestión sostenible en el sector pesca genera el mal estado de los recursos marinos.

Los peces y sus derivados forman parte de los productos más comercializados a nivel mundial, y es que según la FAO, para el 2016, aproximadamente, el 35% de la producción pesquera mundial se orientó al comercio internacional.

Bajo este contexto, en la mayoría de países, se ha incrementado el número de embarcaciones dedicadas a capturar peces, incluso, según el artículo de Science, titulado Fishing fleets have doubled since 1950—but they're having a harder time catching fish, el número de barcos pesqueros aumentó 3.7 millones entre 1950 y 2015 y algo similar ocurre con el tamaño de los mismos que ha ido creciendo bajo el argumento de la búsqueda de eficiencias. Sin embargo, más relevante aún es el hecho de que el número de barcos de pesca con motores incorporados ha pasado del 20%, en 1950, al 68% en el 2015, y para el 2050 se estima que un millón de buques pesqueros más se volverán motorizados.

Esta situación, si no se toman las medidas necesarias, además de permitir un mayor alcance a las embarcaciones dentro del mar, generará un impacto negativo e irreversible en la cantidad de recursos pesqueros disponibles, puesto que en el corto y mediano plazo se haría cada vez más difícil encontrar peces en el océano. Muestra de ello, es que actualmente, pese al desarrollo tecnológico de las embarcaciones y al incremento del número de estas, se trabaja mucho para pescar poco, lo cual es una preocupación para aquellas regiones que dependen principalmente de este sector, tanto para el sustento económico como para su alimentación.

La falta de eficiencia y de la poca gestión sostenible en el sector pesca genera el mal estado de los recursos marinos, y es que según el mismo estudio de la (FAO, 2018), la proporción de peces que se capturan dentro de los parámetros permitidos y sostenibles sólo representan el 67% (resultado obtenido en el 2015), lo que pone de manifiesto los desafíos a nivel de manejo y poco interés dentro del sector a nivel mundial.

Si bien es cierto la demanda de pescado y productos pesqueros se ha incrementado, sobre todo en países desarrollados, esta demanda no debe ser atendida con la sobreexplotación de recursos ni poniendo en riesgo la disponibilidad de estos para generaciones futuras.